A contramano y sin chofer

El Gobierno perdió su Norte en materia económica. Con los pilares fundamentales asentados desde 2003 prácticamente agotados, sólo le quedan medidas improvisadas, erráticas y cortoplacistas. El desmanejo observado en la política cambiaria es un símbolo de los tiempos que corren.Si bien el Banco Central cedió el manejo del tipo de cambio hace tiempo, desde la instauración del cepo se quedó prácticamente sin margen de acción. Y los pocos instrumentos que aún tiene a su disposición no son bien utilizados. Las implicancias de esta inacción resuenan claro en ruedas como las de esta semana.La ausencia de una respuesta que neutralice rápidamente jornadas cargadas de interrogantes no pasa de manera inadvertida. Tampoco sirve un enfoque tímido, porque en un mercado nervioso y con apetito comprador, una tibia intervención sólo deriva en una inútil pérdida de reservas. En efecto, al no haber independencia de criterio para accionar, sobreviene el desorden de ideas dentro de un equipo económico carente de credibilidad y que sólo busca complacer a la primera mandataria.Mientras el Gobierno pretende hacernos creer que existe un intento desestabilizador, la realidad emana de otras circunstancias: la presencia de crecientes inconsistencias macroeconómicas. Nada más, ni nada menos.Las principales variables de nuestra economía se encuentran tensionadas. Las opciones de ahorro son casi nulas con tasas de interés que rinden menos que la tasa de devaluación oficial; y se está ante un déficit fiscal creciente que necesita la "chequera" de la autoridad monetaria, que desde 2010 es su principal fuente de financiamiento. ¿Cuál es la diferencia con los últimos meses de 2012 para que la brecha cambiaria haya pasado de 35% a 65%? La "foto" es la misma, pero se agregaron más restricciones a un mercado que opera "comprado". El efecto: falta de pericia en el manejo cambiario.La polifuncionalidad de las reservas opera en varios frentes: descienden por los pagos de deuda pública y privada, el drenaje de depósitos en dólares, el pago de importaciones energéticas, y también por la baja liquidación (tanto del remanente como de la cosecha adelantada) desincentivada por la ampliación de la brecha, que convalida el mismo Gobierno.En efecto, en lo que va del año ya se han perdido reservas por más de 2200 millones de dólares, el nivel más bajo desde hace casi 6 años. Por el contrario, los distintos agregados monetarios como el circulante más los depósitos a la vista y plazo fijo, se han más que...

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