Las contradicciones del Frankenstein económico

Lo dijo por lo bajo. Casi con vergüenza. Sin embargo, confesó lo que para varios empresarios es hoy un comentario frecuente. Se refieren al "Frankenstein económico". No se trata de ningún ministro en particular, sino del organigrama gestado por el gobierno de Mauricio Macri que, según juzgan, tiene más fallas de lo previsto.

"Entendemos que la idea es no tener un superministro de economía o un «padre de la criatura», como hubo en la década del 90, pero la atomización de las responsabilidades complica la concentración de los resultados."

Así de concreto y a la vez irónico resumió uno de los principales empresarios argentinos la coyuntura local. Lo hizo en el marco de un almuerzo en el que otro directivo tan crítico del kirchnerismo como del gobierno actual sumó una declaración que empiezan a repetir los hombres de negocios: "La idea del Presidente de ser el último decisor económico lo expone a él. Más, con la experiencia argentina, donde los líderes económicos son los primeros en cambiar".

Las diferencias incluyen distintas aristas. La menos compleja por ahora es la del "no" relato. Un blanqueo para atraer US$ 60.000 millones, comentaron primero en Hipólito Irigoyen 250, sede del multiministerio económico. Se buscarán unos US$ 20.000 millones, se corrigió luego, desde Balcarce 50, con relación a la medida que permitirá absorber fondos que están afuera del sistema.

"Hay cerca de un millón y medio de jubilados que se verán beneficiados por el proyecto de ley del Presidente", afirmaron desde la Anses. "Pueden ser hasta dos millones los beneficiados", se afirmó luego en otra de las carteras involucradas.

La división de tareas empieza a encontrar también algunos silos. En uno de los ministerios dicen no tener ninguna responsabilidad sobre la inflación cada vez que se les pregunta por medidas concretas. En otro aseguran que la avanzada y retroceso de los aumentos de tarifas fue porque el ministro de Energía, Juan José Aranguren, había jugado sólo al principio y recién ahora empieza a integrarse al equipo. De hecho, las contradicciones aparecieron también cuando la misión política era negar futuros aumentos este año y no todos avanzaron en esa línea. Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, los dos coordinadores del gabinete, están al tanto de los ruidos que se generan y buscan licuarlos en las reuniones que mantienen con los principales referentes.

Entre el Central y Hacienda las paces quedaron selladas tras infinidad de encuentros de rutina. Si bien...

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