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Mensaje para la competenciaAl presidente de YPF, Miguel Galuccio (foto), le gusta comprar yacimientos petroleros y sumarlos a la compañía estatal. Este año, por ejemplo, compró el negocio local de la norteamericana Apache y un yacimiento a Petrobras. Sin embargo, cuando el jueves pasado le preguntaron durante su paso por Tecnópolis sobre la posibilidad de quedarse con los yacimientos de la empresa brasileña en Santa Cruz, lo rechazó. De paso, lanzó una crítica moderada al resto de las empresas: "Sería bueno que otras petroleras también produjeran más", sostuvo. Aunque no lo dijo, este año YPF es la única entre las grandes petroleras que aumentó la producción.Empresarios buscan a un garantistaUno de los artículos que más preocupan a los empresarios del proyecto oficial para reformar la ley de abastecimiento es el que fija las penas para las empresas a las que se acuse de generar faltantes de productos. Los hombres de negocios valoran que se haya eliminado de la propuesta la pena efectiva en prisión, pero critican que se haya incluido un párrafo en el que se precisa que en "caso de segunda reincidencia podrá llegarse a la clausura definitiva del establecimiento". "Es raro que en el Gobierno estén tan preocupados con la reincidencia, porque va en contra del discurso oficial que dice que ser reincidente no es un agravante de la pena. No nos va a quedar otra opción que contratar al juez Zaffaroni para que nos defienda", ironizaba el martes un dirigente empresarial.Un dirigente con amigos poderososGerardo Werthein (foto), uno de los empresarios más importantes de la Argentina, acaba de vender una de las joyas de su corona. Esta semana se formalizó la venta de la mayoría accionaria que tenía en la aseguradora La Caja. Dicen que está contento con la decisión, ya que le permitirá concentrarse en Telecom y en otra de sus grandes pasiones: el Comité Olímpico Argentino. Pero no son éstos los asuntos por los que el empresario está en boca de sus colegas, sino por los amigos que ha cosechado en los últimos tiempos. Sucede que desde que la cabeza del llamado Grupo W fue el principal auspiciante de las charlas que el ex presidente de los Estados Unidos Bill Clinton dio en la Argentina surgió una amistad que en el último tiempo se acentuó. Tan cercana se ha hecho la relación que no son pocos los que cuentan que los aviones privados cruzan los mares llenos de invitados a reuniones organizadas por ambos, con la excusa de pasar animados encuentros con los suyos.Industriales...