Con el consenso como leitmotiv, para evitar las definiciones que todos le piden

CÓRDOBA.- Si procura construir su candidatura como la de un hombre cauto y previsor del que no deben esperarse grandes sorpresas, puede decirse que cumplió su objetivo en su visita a No hubo definiciones sobre su candidatura ni novedades en su análisis de la situación nacional. En cambio, sí hubo una clara demostración de que está arriba del escenario decidido a actuar, de que cuenta con algunas audiencias dispuestas a escucharlo y de que hay sponsors que estarían predispuestos a apoyarlo. Aunque él haya insistido en que no es candidato. Por ahora.Con esas impresiones se quedaron los comensales que asistieron al almuerzo de la Fundación Mediterránea. Varios de los más importantes empresarios que sostienen este think tank concluyeron en la convicción de que tuvieron frente a sí a un candidato presidencial. Mucho más de lo que era para ellos hasta hace apenas 15 días.Fue una muestra cabal de la expectativa que ha despertado la eventual candidatura del economista en muy poco tiempo en numerosos representantes del establishment, decepcionados o enojados con el Gobierno y, sobre todo, temerosos de un regreso del kirchnerismo. Menos contundentes o tan mesurados como Lavagna para responder si había logrado entusiasmarlos o los había seducido. Tal vez fue una pregunta descontextualizada.Además de la descalificación de la gestión de y del segundo mandato de lo más claro que Lavagna dejó es que su palabra favorita, su idea fuerza, su mantra, su receta es consenso. Consenso para resolver los problemas económicos, consenso para definir candidaturas, consenso para ganar tiempo, consenso para gobernar, en un país dominado por el disenso. Lavagna gambeteó todas las preguntas que se le cruzaron para tratar de obtener una definición sobre la posibilidad de que acepte participar de una interna del peronismo alternativo. No la hubo, pero de su carrera elusiva surge de manera elocuente que ya no está tan sólido aquel rechazo absoluto a competir con otros precandidatos, expresado hace tres meses.También dejó en evidencia que si buscaba un guiño para mantener su reticencia y sus condicionamientos a ultranza, no encontró plafón aquí. El encuentro con el gobernador Juan Schiaretti le achicó la cancha para la intransigencia. El mandatario provincial reivindicó su rol de vértice de Alternativa Federal y mantuvo su posición de que las candidaturas deben resolverse en las PASO, una manera de evitar restas y seguir sumando para el espacio y para sí mismo. El hecho de...

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