Para conocer la intimidad de una estrella

FRUTILLAR.- "¿Qué fue cierto y qué no?", seguirán preguntándose hoy las aspirantes de la escuela de ballet que conocieron a una Marianela Nuñez íntima y sin maquillaje en el encuentro que el sábado al mediodía prepararon especialmente para ellas. Con voces agudas como agujas y la espontaneidad propia de la infancia, le dijeron que es su favorita; se emocionaron, pidieron consejos, quisieron saber cuál era el rol más difícil. "Carmen -contestó-. Me gusta conectar con la parte vulnerable de los personajes y a Carmen no se la logro encontrar." ¿Y el técnicamente más difícil?, siguieron. "El lago de los cisnes", respondió la bailarina sin dudar.

Por supuesto, hubo alusiones a Manon y a Tatiana, de Oneguin, pero, además de ficciones, Nuñez habló de realidades con un auditorio también poblado de adultos. Destacó que la gente que quiere y está cerca de ella la ayuda a poner los pies en la tierra, aunque el escenario la haga delirar. Se recordó a los 5 años a través de una foto en la que llevaba un tutú turquesa, redondo como un repollo, junto a su amiga Pili (a la que retaba por la forma en que mascaba chicle). Habló de cómo subió la escalera a la fama, escalón por escalón, y encendió una advertencia, para quien quiera oír: "Tengan cuidado en mi país. La...