Un confuso raid de cinco días antes de ser detenido

La saga de la búsqueda de Jorge Chueco, el abogado cercano a Lázaro Báez, cerró su último capítulo ayer, cuando fue trasladado de Posadas a Buenos Aires tras un raid de cinco días por las fronteras entre la Argentina, Paraguay y Brasil. La historia sigue con la declaración del hombre ante el juez federal Sebastián Casanello en la causa de la "ruta del dinero K", prevista para ayer desde antes de su desaparición, pero que finalmente tendrá lugar hoy, a las 10.

Desde su llegada de Posadas, ayer al mediodía, Chueco pasó la jornada detenido en la Unidad Especial de Procedimiento Judicial, a pocos metros del edificio Centinela, en Retiro. Estuvo vigilado en todo momento -debido a sus reiterados intentos de suicidio- por una persona que lo acompañó hasta cuando necesitaba higienizarse.

Apenas llegó a la Capital, según pudo saber LA NACION, el abogado fue atendido por un psicólogo y un médico para verificar su estado de salud. A pesar de estar con el semblante caído y de reiterar que sentía una "culpa enorme" por lo que les había hecho a sus hijos tras desaparecer, su estado no necesitaba mayores cuidados.

Chueco fue detenido anteayer, sin identificación, en la entrada de un hotel de la localidad paraguaya de Encarnación, en la frontera con Posadas. Había llegado allí tras un breve paso por Ciudad del Este y por la ciudad brasileña de Foz de Iguazú.

Lo que hizo el detenido en su paso por esas dos últimas ciudades aún es un misterio que, según las propias fuentes de la investigación, será difícil de dilucidar. Sí se sabe, sin embargo, que atravesó la frontera entre Iguazú y Foz de Iguazú en un colectivo de línea. Así lo indicó a LA NACION el fiscal a cargo de la investigación, Martín Brites, según los resultados de las declaraciones que la policía provincial tomó al chofer de ese vehículo y al inspector de la empresa prestadora del servicio en la terminal de ómnibus.

"El inspector lo ayudó a sacar el pasaje y le explicó cómo cruzar la frontera. Estaba nervioso, pero nadie vio nada más raro. Cruzó voluntariamente", indicó el funcionario.

Una vez en Encarnación, el abogado se registró en un hotel con una identidad falsa con la que aseguraba ser uruguayo. Aunque en un principio no lo reconocieron, Chueco llamó la atención de las autoridades cuando armó "un escándalo" en el balcón de su habitación. "Estaba ebrio como cuando lo encontraron en las pasarelas de las Cataratas. Se...

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