Condenas que no alcanzan para despejar las dudas de siempre

El caso García Belsunce suma condenas, pero cada nuevo capítulo no alcanza a despejar las dudas de siempre. Por el contrario, sigue sin estar claro quién o quiénes mataron a María Marta y, especialmente, es un misterio profundo el porqué.Algo llama poderosamente la atención y es que toda una familia y varios amigos estén dispuestos incluso a ir a la cárcel por el delito que cometió otro, incluso alguien muy allegado. Llama tanto la atención como las inexplicables acciones concatenadas de todos y cada uno de los integrantes del entorno íntimo de la víctima, acciones que sembraron en la opinión pública la semilla de la sospecha de su participación en el crimen, simiente que germinó con una fuerza que ya es difícil de torcer.Es un hecho que el viudo, Carlos Carrascosa, fue sentenciado a prisión perpetua como coautor del homicidio de su esposa; lo es también que en el juicio oral y público apenas fue condenado por el encubrimiento del crimen, igual que ayer sus tres cuñados y uno de sus mejores amigos dentro del country Carmel, de Pilar.En aquel momento, el fiscal Diego Molina Pico, que instruyó el caso desde el mismo día del sepelio, entendió que Carrascosa había cometido el homicidio junto con otras dos personas, presumiblemente, su cuñado y su cuñada. Al acusar, siguió esa convicción, apegado al principio de legalidad que rige el código de procedimientos penal.Esta vez, en cambio, sus colegas de San Isidro se desviaron del rumbo que habían anunciado casi al comienzo del debate. Ellos le enunciaron al tribunal que suponían a Bártoli y a su esposa, Irene Hurtig -media hermana de la víctima- autores del homicidio y, entonces, creían que él debía ser juzgado como asesino. Los tres jueces les denegaron esa pretensión.A la hora de los alegatos, y con las mismas pruebas que había para fundar la acusación de homicidio, los fiscales pidieron que Bártoli fuese condenado por el encubrimiento agravado. Ganaron, pero a la vez perdieron: cerraron la puerta a la oportunidad de lograr que el cuñado de la víctima fuese condenado por el delito que ellos creen que cometió. La ley argentina prohíbe que una persona sea enjuiciada...