Condenable despliegue de cinismo en el Vaticano

En la jornada anterior al partido disputado entre los seleccionados de fútbol de la Argentina e Italia en homenaje al papa Francisco, éste recibió a ambas delegaciones en la sala Clementina del Vaticano. En su breve alocución el Sumo Pontífice rescató los valores del fútbol, abogó para que no pierda su carácter deportivo frente a los intereses comerciales y les pidió a los jugadores que den el ejemplo, al señalarlos como referentes de los jóvenes. Su mensaje impactó por su franqueza y por el sentimiento que trasuntaban sus palabras dirigidas a una nutrida audiencia. Por el contrario, el virtual presidente vitalicio de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) tuvo expresiones desafortunadas referidas principalmente a la violencia en los estadios.Exhibiendo una posición francamente desvergonzada, desconociendo su propia condición de amo y señor del fútbol argentino desde hace más de tres décadas y lejos de considerar que se encontraba ante un conocedor de la realidad de nuestras canchas como Francisco, Julio Humberto Grondona expresó: "Santo Padre, le pedimos que bendiga al fútbol argentino para que los estadios vuelvan a ser como eran cuando usted despertaba a sus primeras emociones de hincha. Sólo queremos, Su Santidad, vivir la fiesta en familia, en paz, con respeto y hermandad".Resulta inadmisible que el mandamás desde hace 34 años del fútbol argentino, responsable de erradicar la violencia en los estadios, se exhiba como una víctima más, como alguien ajeno al flagelo. Indigna que ante la máxima autoridad de la Iglesia, no logre inhibir el cinismo quien a lo largo de tantos años de mandato fue incapaz de hacer frente a las lacras que...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR