La comunidad judía marchó desde la AMIA y pidió unidad

Juntos, en silencio, las autoridades de la AMIA y la DAIA junto a cerca de 1500 personas. Tímidamente . No era un lugar más, sino uno de los más emblemáticos para la comunidad judía: la sede de la AMIA en la calle Pasteur, donde hace casi 21 años murieron 85 personas en el atentando más brutal que sufrió la Argentina.

Al frente de la marcha, que partió a las 17.20 rumbo al Congreso, estaban Leonardo Jmelnitzky, de la AMIA; Julio Schlosser y Waldo Wolff, presidente y vicepresidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas; Gerardo Gorodischer, presidente de la comunidad judía de Chile; los ex presidentes de la AMIA Guillermo Borger, Abraham Kaul, Luis Gringwal, y el director ejecutivo del Congreso Judío Latinoamericano (CJL), Claudio Epelman, entre otros dirigentes. También decidieron acompañar a las autoridades de las organizaciones el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, y el ex fiscal Pablo Lanusse. Apenas el grupo ganó la calle, un fuerte viento fue el anticipo de una lluvia torrencial que llegaría minutos después y que acompañaría a la multitudinaria marcha durante toda la tarde. El bloque que partió desde la AMIA se separó apenas pisó la avenida Callao; es que miles de personas caminaban con el mismo destino.

Acompañado por un pequeño grupo y completamente mojado -no tenía paraguas-, Wolff hizo balance de la marcha. "Espero que la muerte de Nisman sirva para unirnos y podamos vivir en paz, pero no hay nada para festejar", dijo a LA NACION.

El vicepresidente de la DAIA, que recibió la última foto con los papeles en la mesa de Nisman, destacó que la marcha se haya desarrollado en paz. "Vi mucha gente muy educada, con la expresión de clamor de resolución de las cuestiones que deben ser resueltas. Las cosas que no resolvés te alcanzan nuevamente. La AMIA es una herida...