Compadritos y nerds conviven en la milonga

¿Podrían tener algo en común Vincent van Gogh y el tango? Aquí y ahora, sí. Ambos comparten espacio en la Usina del Arte, en el corazón de La Boca. Allí se exponen más de 200 obras del artista holandés que, desde el 14 de agosto, conviven en armonía con inquietas siluetas que asisten al Festival y Mundial Tango Buenos Aires.Horacio Ferrer cumple 80 años y los festeja en el Auditorio. En otro de los salones, una suerte de fachada de edificio simulada sobre el piso se refleja en un espejo gigante, ubicado a 45 grados, para abrir camino a sensaciones algo más vertiginosas. Los visitantes se sientan o acuestan sobre la "fachada" y se ven reflejados en el espejo como si estuvieran caminando sobre las paredes de la construcción. A pasos de ahí, alrededor de cuarenta parejas se proponen aprender a bailar: se confunden en la pista jeans y borcegos, remeras de cuadros de fútbol y zapatillas, pero también tacos altos y medias de red, pantalones bombilla y zapatos de charol. Porque en el festival tanguero de mayor repercusión internacional, hay lugar para todos. Y no faltan los que asocian tango con...

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