Una combinación difícil en la Argentina

En un clásico trabajo publicado a comienzos de los años 90 , los autores Scott Mainwairing y Matthew Shugart señalaban cuatro obstáculos para la convivencia entre presidencialismo y multipartidismo: en los presidencialismos existen escasos estímulos institucionales para cooperar con el presidente; los partidos políticos muestran escasa disciplina legislativa, lo cual hace difícil el cumplimiento de los compromisos acordados por los líderes partidarios con el presidente; en caso de formarse una coalición, es probable que no culmine el mandato porque existen grandes estímulos para que los socios del presidente rompan el acuerdo y salgan del gobierno, y a pesar de que muchos presidentes son elegidos con el apoyo de una coalición electoral, no existe seguridad de que se transforme efectivamente en una coalición de gobierno.

En relación con esta última dificultad , merecen ser destacados en nuestro país tres antecedentes de coaliciones electorales que se transformaron exitosamente en gobierno, aunque no en coaliciones de gobierno de 1983 a la actualidad: la Alianza entre 1999 y 2001, Cambiemos entre 2015 y 2019 y el gobernante Frente de Todos desde diciembre de 2019.

En el caso de la Alianza, la combinación de una coalición electoral frágil sustentada en acuerdos inestables , un liderazgo formal (Fernando de la Rúa) no convergente con el liderazgo real de la coalición (Raúl Alfonsín y Chacho Álvarez, respectivamente), un contexto económico interno de recesión, restricción fiscal y rigidez cambiaria y un ambiente financiero poco disponible para la cooperación en un marco de severas dificultades constituyeron los principales factores desencadenantes de la renuncia del presidente De la Rúa y al mismo tiempo de la grave crisis social e institucional de comienzos de siglo XXI en la Argentina.

El éxito electoral de Cambiemos en los comicios presidenciales de 2015 tampoco tuvo efectivo correlato en la formación de una coalición de gobierno; una gestión basada en una alianza legislativa entre la Unión Cívica Radical (UCR), la Coalición Cívica (CC) y Propuesta Republicana (Pro) coexistió con la presencia de un partido de inserción subnacional (Pro) al frente del Poder Ejecutivo con una poco equitativa distribución institucional de los ministerios entre los integrantes de la coalición electoral con el resultado de la escasa presencia de la UCR y la CC en el gabinete nacional.

La conformación del gobernante Frente de Todos...

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