Código de Procedimiento en lo Laboral de la Provincia de Corrientes

• Autor: Rodolfo Capón Filas
• Cargo: Profesor emérito de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora Decano del Departamento de Derecho Püblico y Social de la Universidad Kennedy

Héctor Hugo Boleso, Código de Procedimiento en lo Laboral de la Provincia de Corrientes, Mario A. Viera editor, Avellaneda, 2008, 358 págs

1. Cuando el lector entra a una librería especializada en derecho, se encuentra con dos tipos de libros. El primero explica las normas sin ningún juicio de valor o de referencia a otras consideraciones. El segundo profundiza la norma desde otro lugar (sea éste ético, sociológico, político, religioso). El primero está escrito por un mero “narrador de normas”, el segundo por un “jurista”. El primero está exigido por el “mercado” o por el lector que busca la respuesta para un caso concreto o un escrito de las “dos primeras horas”. El segundo es buscado por quien quiere estudiar o profundizar lo ya aprendido. Cuando nuestras universidades eran serias, los primeros estaban prácticamente desterrados ya que ningún profesor iba a aceptar que la respuesta del alumno fuese un balbuceo. A partir de Onganía la enseñanza universitaria fue descendiendo y hoy no sólo se aceptan las narraciones de normas sino se permiten, incluso, el resumen del relato, mediante los apuntes fotocopiados. (Se pasó de “relato de normas” a “cuentos de normas”). Cuando se quiso remediar ese lamentable deterioro, el “mercado”, nuevamente, adulteró el régimen de postgrado que, en lugar de profundizar, simplemente rellena lo que falta en el grado. Así como las barrancas del Paraná suelen ser comidas por las crecientes, así nuestra enseñanza universitaria está siendo carcomida por el facilismo y la llamada por el maestro uruguayo don Héctor-Hugo Barbagelata, “cultura light” o “cultura Google”.

   Preguntar hoy por Cossio, Goldschmidt, Tissembaum, Krotoschin, von Ihering, es arriesgarse a que el estudiante (incluso de postgrado) conteste que no es amigo suyo o que no vive en su barrio.

2. Por eso, cuando uno se encuentra con un libro como el del profesor Boleso piensa que no está todo perdido, que no se trata ya del país de la “suerte” (llamado inteligentemente por Borges La lotería de Babilonia) sino de un lugar en el mundo en que, todavía, se piensa, experencia...