El Código Civil que cambiará los negocios: deudas en dólares, el rol del Estado y los consumidores

Hizo pie en la Unión Industrial Argentina (UIA) como un rockstar. El presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, entró directo desde la cochera, subió por el ascensor privado e ingresó al expectante auditorio a medio llenar. Iba acompañado por un cordón de seguridad empresarial para esquivar a medios oficialistas. Lo rodeaban Héctor Méndez, Daniel Funes de Rioja, José Ignacio De Mendiguren y Martín Dedeu. Apenas fue presentado, estallaron las palmas de los presentes.

La convocatoria del miércoles pasado no era menor, aunque escapara a los grandes focos, más ocupados en el fiasco del Boca-River. Lorenzetti se apersonó -como antes lo había hecho en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires- para intentar despejar dudas sobre los "principios y valores" de una seguridad jurídica que los empresarios esperan ver reflejada en el renovado Código Civil y Comercial.

El flamante cuerpo legal comenzará a regir el próximo 3 agosto (la norma dice desde el 1°, pero es sábado) y fue elaborado por el presidente de la Corte, Elena Highton de Nolasco y Aída Kemelmajer de Carlucci, entre otros. Se trata de un ecosistema que agrega cambios fundamentales en temas de familia pero que también transformará la vida de las empresas, el clima de negocios y los intercambios en la economía.

"Es un acontecimiento de rango histórico", reafirmó Lorenzetti en la apertura de su discurso. Este ordenamiento jurídico, que modifica el de 1871 escrito por Dalmacio Vélez Sarsfield -y retocado en sus base por Guillermo Borda en 1968-, traerá algunas innovaciones y ofrecerá un marco legal a situaciones que ya se daban de hecho. Sin embargo, según el presidente de la Corte el principal cambio estará en "la mirada", que será preciso enmarcar en un determinado sistema total de fuentes.

A grandes rasgos, Lorenzetti destacó que el nuevo Código Civil y Comercial resaltará ciertos valores, entre los que citó: cooperación, confianza y desarrollo sustentable. Además, dijo que se dará mayor impulso a otras formas de resolución de conflicto, lo que ahorrará costos y tiempo a los agentes económicos.

Como es habitual, el equilibro fue el piso en el que el presidente de la Corte sustentó su discurso. Sin embargo, no logró despejar las dudas existentes en los presentes con relación al repago de las deudas en dólares en su equivalente en pesos, y nunca mencionó la eliminación de la responsabilidad del funcionario y el Estado en materia civil. Se trata de dos artificios incluidos por el gobierno de Cristina Kirchner: el primero respondió al fallido intento de pesificación tras la llegada del cepo; el segundo se pensó mirando 2016 y aceleró seis meses la implementación del código. Un favor que Lorenzetti le debe a Aníbal Fernández.

"No quedó muy claro el tema de los dólares", ratificó un encumbrado empresario que participaba del encuentro, devenido en seminario. "Supongo que quedará más claro con jurisprudencia de esta Corte o la que venga", bromeó otro en alusión al intento oficial de modificar la Corte Suprema. Algunos académicos presentes en la reunión también destacaron cierta ambigüedad.

Otros especialistas consultados por LA NACION advirtieron que florecen los nervios entre los abogados y legisladores por el poco tiempo para estudiar los cambios y adaptar la leyes al nuevo código que viene. "El problema será la aplicación práctica: habrá gran tiempo y plata perdida", afirmó Julio César Rivera, una eminencia en el campo civil y comercial. "Para ponerlo en funcionamiento se necesitan dos años", estimó y alertó, por ejemplo, sobre cómo se implementará en los juicios pendientes para no afectar el principio de congruencia. Sin embargo, Rivera destacó que se trata de "un gran avance" en la materia.

"Todo va a ser diferente", señaló Héctor Osvaldo Chomer, juez en lo comercial y vicedirector del departamento de Derecho Económico y Empresarial de la UBA. "Es difícil analizar el código sin que aún haya entrado en vigor", matizó.

"¿Desaparecerá el derecho comercial?", se preguntó y contestó: "No. Seguirá existiendo simplemente por el hecho de...

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