Un cóctel con típicos condimentos italianos

La convocatoria planteaba 90 minutos. Matteo Renzi, primer ministro italiano, jugaba de local en un exclusivo cóctel realizado por la embajadora Teresa Castaldo. Desde 1998, año en el que estuvo Romano Prodi, no existía una excusa similar. Ministros, empresarios y protagonistas del showbiz, entraban de a uno a la coqueta esquina de Libertador y Billinghurst, en pleno Palermo. El ratio de información por metro cuadrado fue récord, como la temperatura en la calurosa tarde noche del lunes.

Mario Quintana, vicejefe del Gabinete económico, cumplió con el protocolo. Saludó y partió raudo rumbo a Ezeiza, desde donde volaba a Nueva York para continuar la negociación con los fondos buitre. "Puede haber novedades muy pronto", graficó uno de los asistentes a la recepción en la que la lasaña fue una de las estrellas. Cristiano Rattazzi, presidente del grupo Fiat Chrysler Automobile, aseguró que "las cosas se están ordenando" y que es optimista respecto del largo plazo para la industria automotriz en el que tiene una inversión latente. En ese mismo momento María Kodama tomaba aire en el patio donde los marcos pequeños, las balaustradas y las esculturas barrocas en perfecto estilo Beaux-Arts marcan la identidad de la Embajada.

Elisabetta Ripa, CEO de Telecom, sorprendió por su nivel de español a menos de un año de asumir como líder de la filial que tiene planes de inversión por $ 13.000 millones en la Argentina, mientras Elsa Serrano dialogaba con el creador de Cucina Paradiso, Donato de Santis .

El jefe de Gabinete, Marcos Peña, salía de la embajada al momento del anuncio de la partida de Graciela Bevacqua del Indec. Lino Barañao, ministro de Ciencia y Tecnología, fue otro de los hombres más consultados. La pregunta sobre la transición del gobierno de Cristina Kirchner al de Mauricio Macri se volvió recurrente. "La verdad es que estoy con muchos proyectos y con un incremento de partidas para el área que me...