Los cobardes escraches

La deplorable y perversa práctica de los llamados escraches o agresiones violentas e intimidatorias, conducta aberrante y condenable que fue utilizada con frecuencia e intensidad a lo largo de la gestión presidencial kirchnerista, no ha cesado.Tiene lugar cuando quienes están en desacuerdo con los mensajes, concepciones o ideas que manifiestan algunas personas en actos, reuniones o conferencias, en vez de limitarse a la discusión pacífica y al sano disenso, se dedican a agredir con la palabra y físicamente a quien profesa ideas diferentes. La agresión física pone en peligro la integridad de las víctimas del escrache y de quienes los rodean.La idea que obviamente subyace en esta indefendible conducta es la de tratar de acallar con golpes y gritos el disenso y la de atemorizar a quienes no comparten el discurso único que se difunde desde el poder político. Esto es, coartar la libertad de expresión.En las últimas semanas, distintas figuras públicas acaban de ser objeto de escraches. Tanto Ricardo López Murphy como Domingo Cavallo y Vicente Massot han sido recientemente víctimas de esa repudiable manifestación de odios y resentimientos que también constituye una forma extrema de la intolerancia. Y, antes, los sufrieron el juez de la Corte Suprema de Justicia, Juan Carlos Maqueda, y empresarios y periodistas críticos del Gobierno.Se trata de una práctica hoy intensamente utilizada por el gobierno cubano contra, por ejemplo, las "damas de blanco", en oportunidad de sus protestas y manifestaciones contra los "prisioneros de conciencia"; esto es, contra miles de disidentes que el comunismo cubano mantiene encarcelados. Esta conducta salvaje ha sido adoptada por aquellos regímenes que, de alguna manera, comparten el sesgo autoritario cubano. Esto también sucede, entonces, con mayor o menor intensidad en Venezuela, Bolivia, Nicaragua o Ecuador.Los escraches reconocen antecedentes claros en las prácticas represivas del nazismo y del comunismo soviético, regímenes ambos que también recurrieron a organizar escraches con feroz...

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