En una clínica confundieron dos cadáveres

"Perdóneme, esta no es mi madre", les respondió Gustavo Pérez a los empleados de la morgue de la Clínica Los Cedros, en San Justo. Lo habían llevado a reconocer el cuerpo de su madre, que había fallecido mientras estaba internada. Recién después de horas de búsqueda apareció el cuerpo de Secundina Pérez. Estaba en el cementerio de Burzaco. Lo iban a cremar. Si no era porque faltaba un papel, su familia nunca la hubiese encontrado.

"Me mostraron varios cuerpos. Después del primero me llevaron a ver otro, que tampoco era el de mi madre", contó ayer angustiado ante los medios Daniel Pérez, hijo de Secundina, que tenía 79 años. "No la encontrábamos en la clínica. Tuvimos que ir a buscar cuerpos a otras morgues por nuestra cuenta."

Aseguró, también, que su madre "llegó caminando y hablaba con normalidad" cuando fue a la clínica por un dolor estomacal. "Creíamos que era algo que se solucionaba con un analgésico, pero le dieron unas inyecciones y tuvo muerte súbita por un paro cardiorrespiratorio", contó el hijo. Ante la falta de respuestas de la clínica, la familia solicitará la realización de una autopsia. Ya presentó una denuncia contra la clínica, que es prestador de PAMI, por semejante confusión.

La obra social informó a LA NACION que hoy realizará una auditoría de la Clínica Los Cedros y que tomará medidas si es necesario.

Según trascendió, la clínica le entregó el cuerpo de Secundina a otra familia, que decidió cremarlo en el cementerio de Burzaco.

Cuando todavía nadie lo había...

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