Una ciudad en sí misma, activa las 24 horas

RÍO DE JANEIRO.- Toda la Villa Olímpica, que ocupa un área de más de 73.000 metros cuadrados, está en medio de un gran parque con pequeñas lagunas (una mayor ostenta una fuente de aguas danzantes), puentes y diversos lugares de esparcimiento con mucho verde y palmeras, e incluso un pequeño memorial en homenaje a atletas fallecidos. El sitio tiene varios circuitos de ciclovías que constantemente son usadas por atletas para andar en bicicleta o monopatín o salir a correr como parte de sus entrenamientos diarios.

Banderas de los más de 200 países y territorios que están representados en estos Juegos ondean en la avenida principal del complejo, y en el parque hay un sector para tomarse infaltables fotos con los anillos olímpicos y un cartel de Río 2016.

En uno de los extremos del parque se ubica el centro de transportes, de donde salen buses exclusivos para que los atletas se trasladen al Parque Olímpico, ubicado a unos 4,5 kilómetros, o a otros lugares de la ciudad. Además hay micros internos que hacen varios recorridos. En la parte central del parque, en tanto, están el comedor, el gimnasio cubierto y la policlínica.

"Ésta es la Villa más grande que yo he visto, excede a todas las anteriores en tamaño. Acá los lugares son distantes; hay que caminar mucho aunque haya un buen sistema de transporte interno. Pero lo bueno es que los lugares comunes están cerca de todos", destacó el entrenador de natación del conjunto de Dinamarca, Stefan Hansen.

El comedor se encuentra en una inmensa carpa de 300 metros de largo que tiene capacidad para 5000 personas en un mismo momento y reparte 60.000 raciones por día. Un equipo de 2500 empleados, comandados por la master chef Flávia Albuquerque, trabaja las 24 horas del día para que los atletas puedan ir allí en el momento que quieran. Por seguridad, para ingresar al comedor es necesario antes dejar bolsos, mochilas y paquetes en un sector anterior.

Adentro, el sitio está separado en diez "islas" de acuerdo según los tipos de comidas, como vegetales, carnes, pastas y pizza, además de "sabores del mundo", dedicada a gastronomías especiales (brasileña, asiática, halal, kosher, etcétera), y varios puestos de helados, bebidas, frutas y postres.

En las mesas comunales los atletas de cada país se mantienen unidos y bastante concentrados en sus temas, salvo cuando surge alguna estrella del deporte mundial, como sucedió ayer por la tarde con los tenistas Rafael Nadal, Novak Djokovic y David Ferrer, que aparecieron...