Cuando el cine es una cuestión de familia

Aveces hay películas que funcionan como universos cerrados, mundos independientes y coherentes que giran en su órbita sin necesidad de comunicarse con sus pares. Y otras veces hay películas que, sin buscarlo y comenzando desde géneros, estilos y contenidos diferentes, sostienen conversaciones que las hacen más interesantes, mejores. Eso es lo que sucede mirando Infancia clandestina y Papirosen, dos films elaborados, complejos, inteligentes y sensibles que coinciden a partir de esta semana en la cartelera. Ambos hablan de ausencias, de la experiencia ordinariamente extraordinaria de un par de familias argentinas.En el caso del largometraje de Benjamín Ávila, basado en sus experiencias durante la dictadura militar, las alegrías y el peligro de muerte están...