'Cincuenta pesito', amigo'

No parece difícil. Se trata, solamente, de hacer un esfuerzo para que Buenos Aires sea más ciudad y menos selva.Cualquier persona puede comprender que un polo gastronómico o de diversión genera un movimiento diferencial de vehículos. El problema se genera cuando esos polos -que hacen mover la economía- se transforman en un dolor de cabeza para los vecinos.Ocupación ilegal del espacio público, ruidos molestos, autos estacionados hasta en triple fila y http://www.lanacion.com.ar/1635545-trapitos-ciudadque, en la mayoría de los casos, hacen gala de un extraño manejo de sutiles amenazas para fijar su tarifa, son algunas de las quejas recurrentes. Bajar del auto y escuchar el "son cincuenta pesito', amigo" podría decirse que ya forma parte del folklore porteño.¿Qué diferencia al auto estacionado irregularmente en Las Cañitas, o en Palermo Hollywood, del que se demora 20 minutos en colocar un nuevo ticket de parquímetro en el microcentro? Que al del segundo caso, seguramente, habrá que ir a buscarlo a una playa de acarreo y pagar la multa. El del primero, en cambio, sólo tendrá que aceptar la http://www.lanacion.com.ar/1635684-legisladora-kirchnerista-se-opone-a-la-prohibicion-de-los-trapitospara que no le toquen el vehículo.No parece que la ley, en estos casos, sea pareja para...

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