Cinco décadas consagradas a la excelencia

En un país como la Argentina, de una corta vida independiente y de un derrotero con marcadas oscilaciones en su marco económico-social, es muy significativo que una institución con un propósito de bien común alcance el cincuentenario. Ésta es la realidad de la Fundación Bunge y Born, que fue creada en 1963 y que hoy cumple 50 años de vida.Las cinco décadas de intenso trabajo realizado nos indican la clara visión de sus fundadores, que diseñaron y crearon una institución con bases sólidas y propósitos encomiables. También, la prudencia de sus administradores, que después del período fundacional han sabido organizarse de forma eficiente, para adecuarse a todas las coyunturas por las que transcurrió nuestro país, desde los sesenta hasta la fecha.Si algo señala la peculiaridad de la Fundación, es el crecer conservando su carisma original que fue la excelencia, y con una línea de trabajo basada en la profundización de este objetivo.En el propósito de los fundadores se destaca la idea de la transformación del país a través de la educación y de la ciencia. El reconocido grupo de empresarios fundadores tenía una profunda confianza en que el desarrollo de la Argentina se lograría mejorando a las personas, en el sentido de dotarlas de mayor capital humano a través de la educación y la investigación científica. Todo lo demás vendría como añadido, como resultado de este esfuerzo.El Premio Bunge y Born, otorgado sin interrupción desde 1964, define de alguna manera su filosofía de acción. La gratificación en dinero del premio es muy importante, pero mucho más lo es el reconocimiento de los pares y la valoración para el ganador y su obra. La premiación no es un acto de promoción personal o de divulgación periodística; esencialmente es una valoración de la persona y de la obra científica para la sociedad, hecha siempre por un jurado de pares. Para su diseño y reglamentación se contó con el asesoramiento del...