Cierres, ajustes y concursos: casi ninguna marca se salva de la crisis del sector textil

De Topper a Wrangler, pasando por Wanama, Chocolate, AY Not Dead o Legacy, la crisis del negocio textil en la Argentina no perdonó a casi ninguna marca. La devaluación del peso que se inició en abril pasado impactó con mucha fuerza en una industria que, paradójicamente, sufría con el retraso del tipo de cambio, pero que no pudo adaptarse a la disparada del dólar por encima de los 35 pesos, que en teoría tendría que haberla ayudado a ganar competitividad frente a la oferta importada."Lo que pasó en 2018 es algo que se repite cada tanto en la Argentina. Se promueve una baja del dólar, lo que obliga a las marcas a importar para sobrevivir, y cuando finalmente llega la devaluación, la situación se hace insostenible porque las empresas se encuentran con un montón de obligaciones en dólares", señaló Teddy Karagozian, presidente de la empresa textil TN & Platex. Según él, la demanda de insumos textiles en promedio cayó un 25% en 2018 y el panorama para este año no se presenta mucho mejor."Las marcas se confiaron en que con Macri iban a poder importar en forma tranquila y que iba a haber una estabilidad del tipo de cambio, que finalmente no llegó. Y la disparada del dólar las terminó encontrando con contenedores que hoy valen el doble", explicó Marcelo Sorzana, director de la consultora especializada en indumentaria Surreal, que estima una caída del 30% en las ventas del rubro.En la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), por su parte, dan cuenta de bajas menos pronunciadas, pero igual de contundentes. Según su relevamiento, el sector de indumentaria y lencería cerró 2018 con una caída del 11,5% en unidades, mientras que en el caso de los textiles la baja llegó al 8,1 por ciento.Frente a este panorama, durante el último año se multiplicaron los casos de las marcas nacionales que optaron por el concurso de acreedores de manera de poder organizar su situación financiera. Esta vía fue la que eligieron varias de las más importantes del mercado interno. La lista incluye desde Legacy, que en junio se presentó en convocatoria, hasta Big Bloom, la sociedad dueña de las marcas Wanama y John L. Cook, que un par de meses después terminó siguiendo sus pasos."La marca está fuerte y vamos a seguir operando normalmente. La idea es resolver el problema financiero que enfrenta todo el mercado", señalaron en AY Not Dead, que también optó por la vía judicial, en noviembre pasado, para ordenar su situación financiera tras declararse en cesación de pagos...

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