Al cierre soñado le falta sólo un paso

MENDOZA.– Son un desborde de pasión. Se alimentan entre sí de esa energía colectiva que ahora las impulsa a lograr cualquier objetivo. Andan por las nubes, están listas para todo. El salto de las Leonas a la final del Champions Trophy, después de una victoria agónica y electrizante por 2-1 ante Holanda, es el resultado de ese esfuerzo mayúsculo por perseguir más gloria. No importa el recorrido ya realizado ni los honores; interesa únicamente buscar nuevas hazañas. Seguir reescribiendo la historia. Lo concreto es que la defensa del título conseguido en Rosario 2012 está ahí: sólo falta un escalón. Hoy, la Argentina se verá las caras con Australia a las 19, lo que significará el telón final para la carrera de Luciana Aymar y la chance del seleccionado de volver a lo más alto en un torneo FIH, después de aquella gesta hace dos años.

"Ahora tenemos que cerrar este capítulo, todavía no ganamos nada", aseguró el DT Santiago Capurro, que festejó eufórico ese gol a 40 segundos del final de Carla Rebecchi, luego de una serie de rebotes. El suspenso había invadido el estadio después del pedido de video-ref de Holanda, pero con la convalidación del tanto se produjo la gran explosión de alegría. Adentro y afuera. Y al mismo tiempo, esa sensación de que es posible neutralizar a ese gran verdugo vestido de naranja. No importan las circunstancias.

No habían pasado 20 segundos y llegó la primera oportunidad de córner para Holanda, pero un palo devolvió el tiro de Paumen. El partido, desde el mismo arranque, ya era dinamita pura: la Argentina jugaba con fuego con varios descuidos en la retaguardia. Sin embargo, salió de esa confusión inicial con un primer córner a favor que, por milímetros, desperdició Rebecchi. Había atmósfera de clásico. En el fragor de la batalla, Lucha Aymar intentaba encontrar su lugar para tomar la batuta. Delfina Merino tuvo una chance clara con un remate que se fue por arriba, pero a 57 segundos del final del primer cuarto, tras un ataque masivo y tres atajadas consecutivas de Succi, Lidewij Welten sentenció de aire para el primer gol de las campeonas mundiales y olímpicas. 1-0.

El segundo cuarto fue un intento permanente por acomodarse ante el mal trago; Holanda seguía bien afirmada en el campo y la Argentina no podía prosperar en sus avances. Pretendía construir desde el medio y otras veces recurría a los pelotazos frontales al círculo de Silvina D’Elía. A los 8 minutos, Succi –la gran figura– levantó al público con otra atajada...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR