Christina Aguilera: bienvenidos al cabaret

CANCUN.- "No ando por el mundo cantando todo el tiempo. Es que me da un poco de vergüenza. El escenario es el lugar en el que me siento más cómoda. Lo cierto es que soy bastante tímida. Aunque actuando sobre el escenario me siento, viva, libre", dice Christina Aguilera mirando para abajo, con una voz suavecita, baja, que no se parece en nada a la que usa para cantar. Esa que aun sin hacer juego con su cuerpo diminuto -ni con su edad- la convirtió en una de las cantantes más exitosas de los últimos años. Una diva del pop contemporánea de Britney Spears pero que -a diferencia de su ex compañera de El c lub de Mickey Mouse- tiene la voz para sostener sus aspiraciones. Que ahora la llevaron hasta la pantalla grande y a Noches de encanto, el film que Sony Pictures presenta mañana en la cartelera local. En la película, Aguilera interpreta a Ali, una chica de pueblo chico y grandes sueños que se muda a Los Angeles para conseguirlos y termina metida en un particular cabaret. Una movida casi tan atrevida como intentar conquistar el mundo del cine desde la industria musical."Hubo momentos en los que me sentí muy asustada, pero no soy una persona que rehuya a los desafíos y realmente me interesa probar nuevos límites en mi trabajo. La cuestión es que, más allá de algunos miedos, yo realmente quería estar abierta a todo el proceso y a las emociones que implica. Quería estar dispuesta para Ali, para conocerla", explica Aguilera, que compuso un par de temas de la película (ver aparte).Parte de ser Ali implicaba aprender complicadas y sensuales coreografías junto a bailarines expertos, además de compartir escenas con una leyenda de la música y el cine, Cher. Claro que una de las cosas que más le preocupaban a Christina eran las escenas románticas y, créase o no, la megaestrella de la música se sentía intimidada por Cam Gigandet, el actor que interpreta al malvado vampiro James de Crepúsculo y que aquí es un barman con aspiracio- nes de músico del que Ali se hace amiga. "El había hecho un montón de películas y ahí estaba yo, una novata, intentando hacer una escena de romance con él y ni siquiera podía mirarlo a los ojos", se ríe la cantante, frunciendo la nariz como un conejito o una conejita sexy, más bien. Y lo peor eran los besos."Había momentos en los que no podía dejar de reírme, estaba muy nerviosa. No podía dejar de pensar que íbamos a tener que filmar escenas bastante íntimas y me pasaba por la cabeza cuán desnudos íbamos a estar. Me estaba volviendo loca...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR