Un choque que puede traer el premio esperado

MONTEVIDEO.- El campeonato Sudamericano Sub 20 es un torneo que en el recorrido ofrece recompensas. La Argentina recogió la primera, en Colonia, después de clasificarse con holgura al hexagonal final; hoy, en la cuarta y penúltima jornada de la etapa definitoria, puede lograr el segundo objetivo y también posicionarse para quedarse con todos los premios. Un empate frente a Paraguay sellará la clasificación para el Mundial de Nueva Zelanda, sin depender del resto, mientras que una victoria sobre los guaraníes la sostendrá como puntera y empujará a la selección a pelear por el objetivo máximo de la competencia, ya que únicamente el campeón se ganará, de manera directa, el derecho de participar en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro del año próximo. Todo esto sucederá a partir de las 19, en el estadio Centenario, el mismo escenario de la última consagración, en 2003.

Un encuentro con sabor a desquite disputarán los juveniles, que en el camino, que ya sumó siete estaciones, sólo una vez se retiró vacía de la cancha. Y fue, justamente, con Paraguay, en la segunda fecha del Grupo A, cuando cayó derrotado por 1-0.

Aquel partido también significó la única vez que el equipo se quedó sin marcar en el arco rival, una muestra de cuál es la máxima virtud de la selección y en qué sector de la cancha se hace fuerte el rival. Un desafío para un equipo que se siente cómodo lanzado en ataque, que se nubla frente a las barricadas y que como atajo toma la peor opción: la desesperación. Si la Argentina no sabe controlar su espíritu aventurero, Paraguay le aplicará la receta de siempre: orden y salidas veloces, a campo abierto, después del adelantamiento de la selección.

Entender y hacer una correcta lectura del partido será determinante, porque así como un empate la llevará a la Copa del Mundo, para afianzarse como puntera, sin depender del resto, está obligada a ganar. Hoy, en la cima están la Argentina y Uruguay, que en el último turno se medirá con Colombia, tercero en la puja.

Aquí, las fichas están puestas en una definición apretada entre la Celeste y la selección, el sábado, en la fecha de cierre del campeonato. Con tres partidos jugados, la paridad entre argentinos y uruguayos es total hasta el momento: en puntos, diferencia de goles y cantidad de festejos. Si hasta algunos recuerdan el título de 1967, cuando la moneda le sonrío al capitán Jorge Dominichi, en Asunción.

Mover piezas es una constante en un campeonato...

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