Chimamanda Adichie: literatura y activismo contra los estereotipos

Su nombre es referencia obligada a la hora de hablar de literatura africana. Su última novela, titulada Americanah, no sólo ha obtenido múltiples distinciones sino que también será llevada al cine, tras despertar el interés de Lupita Nyong'o y Brad Pitt. Tanto en ella como en el resto de sus obras puede apreciarse su compromiso y su lucha contra dos clases de estereotipos: los que atentan contra el género femenino y los que continúan ligando lo africano exclusivamente con la tragedia y la barbarie. Chimamanda Adichie tiene sobrados motivos para dar esa batalla.

Nacida en Nigeria, hija de Grace y James Ifeoma Nwoye Adichie -secretaria y profesor universitario-, Chimamanda fue una precoz consumidora de una literatura norteamericana e inglesa repleta de historias y personajes que no la reflejaban ni a ella ni al mundo que la rodeaba. También escritora precoz, la falta de matices que remitieran a ése, su mundo, quedó en evidencia en los primeros escritos de entonces.

"Escribía exactamente el mismo tipo de historias que leía. Todos mis personajes eran blancos de ojos azules, que jugaban en la nieve, comían manzanas, bebían cerveza de jengibre y hablaban todo el tiempo sobre el clima. Esto, a pesar de que vivía en Nigeria, no teníamos nieve, comíamos mangos y no hablábamos del clima porque no era necesario", rememoró hace unos 7 años, durante una charla TED que brindó en Oxford.

Con los años, impulsada por otras lecturas -como los libros de su compatriota Chinua Achebe y del guineano Camara Laye-, Chimamanda comenzó a escribir sobre temas cercanos a su vida cotidiana. Una vez terminado el secundario, obtuvo una beca que le permitió continuar su formación en los Estados Unidos en comunicación y ciencias políticas. Más tarde se formaría, también en ese país, en escritura creativa y, años después, en estudios africanos, en línea con el periplo que suelen recorrer los intelectuales y académicos africanos que logran reconocimiento internacional y hacen escuchar su voz: formación en Europa o Estados Unidos, publicación de su obra allí, una posición en la academia de algún país desarrollado.

Su contacto con la sociedad norteamericana le permitió conocer de primera mano la actitud de lástima y de asombro que generaba en los otros por el simple hecho de ser africana. Tiene miles de anécdotas al respecto, por ejemplo, cuando su compañera de cuarto en la universidad se sorprendió de que supiera cómo encender una cocina.

"Si yo no hubiera crecido en Nigeria...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR