La Chicana, entre el tango y otras músicas lejanas

Acho Estol y Dolores Solá se conocieron en España hace 24 años. En realidad, ya se conocían. Volvieron a verse. Él entró a un boliche en donde ella trabajaba de camarera. Desde ese momento, prácticamente, no se separaron. Ella como cantante, él como guitarrista transitaron por diversas músicas (cantaron coplas españolas, crearon una banda de rock) hasta que recalaron en el lenguaje que realmente compartían: el tango. "Al principio, no teníamos mucha música en común -confiesa Estol-. Por eso nos encontramos en el tango." Muy jóvenes y sin pedirle permiso a nadie, hacia allí se lanzaron; a la aventura de los tangos más viejos que, en sus shows, sonaban intercalados con los temas de Acho. En 1997 editaron su primer disco, Ayer hoy era mañana. En 2011 lanzaron el último, Revolución o Picnic, que es doble, y trae 31 canciones propias y ajenas. En el medio está toda la historia de La Chicana, más un par de discos de cada uno de ellos en solitario, que publicaron más por el gusto de diversificar el trabajo que por tomarse un respiro del grupo.

"Si lo veo como productor, el primer disco de La Chicana no es el disco que yo quería hacer. Es el que pudimos. El que grabamos de a poco. Pedimos plata prestada para editarlo. Le tenemos cariño", dice Acho.

Dolores completa: "Más cariño le tiene el público porque se sigue vendiendo. Éramos muy jóvenes y novatos. Yo me escucho y me detesto. Odiaría a una cantante de hoy que cante así. Pero buscábamos una identidad. Y no lo hacíamos en puntas de pie".

Fue un primer disco con todo lo que esto implica. "Yo apruebo ideológicamente algunas decisiones. Pero hoy estoy más pacificado y no me gusta que las guitarras suenen latosas a propósito para demostrar la cosa punk del origen del tango. En ese disco, estábamos deslumbrados y queríamos subrayar eso, que el tango antiguo era crudo, agreste y que podía tener virtuosismo, pero era ácido, medio punk. Hoy me gusta el sonido más orquestal. A veces los instrumentos pueden ser baratos, incluso, con elementos encontrados en la basura, pero están bien grabados. En ese momento, ningún músico joven se animaba a tocar tango como se hizo el nuevo flamenco a partir del flamenco. Y nosotros pensábamos que podíamos hacerlo con una banda de tango posrock. Pero nos dimos cuenta de que nos quedamos solos", confiesa Acho.

Sin embargo, aquél no es un disco iconoclasta, sino uno que suena inspirado en los comienzos del tango, con temas de Villoldo, con joyas de Manzi, con el toque reo...

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