Che, está muy buena la campaña

Contra lo que podía esperarse, está buenísima la campaña que acaba de empezar. Va sólo una semana y es muy interesante ver todo lo que ha pasado, las distintas estrategias y, especialmente, lo que ya hemos conseguido los argentinos. Por ejemplo, que Macri conociera el conurbano, al que está yendo todos los días a inaugurar algo (antes iba, tocaba un timbre y salía corriendo); que Massa, cuyo caballito de batalla es la baja de los precios, haya ido el miércoles a un supermercado (le encantó y prometió volver); que Randazzo dijera sin tentarse que nunca fue kirchnerista, y que Cristina, de tanto ver videos de María Eugenia Vidal para asimilar su estilo, ahora cuando pone cara de buena no le agarran convulsiones ni se le cae el quilo y medio de maquillaje.

Sí, amo el barullo electoral porque nos entretiene y divierte con cosas raras, simpáticas. Lilita, candidata en la Capital, hace campaña en Santa Fe y en la provincia de Buenos Aires. Scioli, en Italia, de donde también acaba de volver, aunque parece que no se vieron, su novia -o ex, no me queda claro-, la madre de su próximo hijo; sin apelar a sentimentalismos baratos, si Daniel quiere reposicionase debería aprovechar la ternura que siempre inspira la llegada de una nueva vida. Lousteau decidió que su principal propuesta para la ciudad no será sobre educación, salud o inseguridad: insistirá en que quiere debatir con Lilita. Fernanda Vallejos, cabeza de la lista de diputados de Cristina, ya tiene su primer spot: "Me presento, soy Fernanda Vallejos"; el segundo dirá: "Les recuerdo, soy Fernanda Vallejos"; desechó uno que decía: "Soy la chica que defendió el buen nombre y honor de Boudou". A Filmus, segundo en las encuestas, le recomendaron que no haga nada, que se guarde, no sea cosa de que caiga al tercer lugar.

Pero sobre todo amo la campaña porque estamos asistiendo a un festival de créditos del Gobierno: hipotecarios, para el consumo, para las pymes, para jubilados; me dicen que los próximos serán para mascotas, y uno muy original, la línea PQNV: para que nos voten. Con el perdón de los ortodoxos, de los Espert y los De Pablo de este mundo, el populismo enseñó que el déficit fiscal es una gran herramienta para ganar elecciones.

La otra carta fuerte de Cambiemos no la aporta Cambienos, sino Bonadio y el kirchnerismo. La detención esta semana del contador Víctor Manzanares por desviar fondos de la multinacional fundada por Néstor provocó un temblor en la familia. Cristina está indignada con...

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