Charles Darwin: quiénes y por qué cancelan las teorías sobre la evolución en el mundo académico

Charles Darwin, autor de El origen de las especies y El origen del hombre, dos obras clave para la ciencia del siglo XIX

Doce horas antes de que se abriera la inscripción a los cursos que dictaría el profesor argentino Leonardo Orlando, doctor en Ciencia Política, fue notificado por Sciences Po, la universidad donde enseñaba, que aquellas clases se cancelaban: "Psicología política y evolución" y "Biología, evolución y género". En el escueto e-mail que recibió se explicaba que estos programas no respondían a los criterios científicos de la institución.

¿Cuál fue el motivo de esta súbita decisión hacia contenidos que habían sido previamente aprobados? Hay una guerra atroz, cada vez más violenta, y sus principales frentes, aunque no los únicos, se libran en el mundo académico. La lucha consiste en el dominio sobre el relato de la esencia de la naturaleza humana y en la definición de la verdad.

La biología y las ideas de Charles Darwin (1809-1882) sobre la evolución han sido canceladas en algunos sectores de las ciencias sociales. El modo de aproximarse al estudio sobre el género, el feminismo, la creación del universo e incluso la política se discuten en un hábitat cada vez más salvaje y primitivo.

Charles Darwin transformó para siempre la forma en que vemos al mundo natural

Darwin cinceló su teoría de la evolución en El origen de las especies (1859), cuyo germen fue la profunda observación del mundo animal que recogió tras su extenso viaje de casi un lustro alrededor del mundo, periplo que tuvo sus postas en la Patagonia y en La Pampa. El paleontólogo Juan Luis Arsuaga escribe en El reloj de Mr. Darwin (Temas de Hoy) que cuando el naturalista británico se subió al Beagle [Sabueso] estaba convencido de las "permanencia de las especies", pero en el trayecto comenzó a concebir la "transmutación de las especies".

El punto conflictivo en el debate intelectual no se encuentra hoy en la evolución en sí, sino en el papel que desempeña la selección natural y la herencia . Charles Devillers y Jean Chaline, en La teoría de la evolución. Estados del tema a la luz de los actuales conocimientos científicos (Akal), mencionan teorías previas a Darwin, como la de Jean-Baptiste Lamarck (1744-1829), quien explicaba los cambios en las especies por necesidad interna.

Por ejemplo, para Lamarck, el alargamiento del cuello de la jirafa obedece a la voluntad de alcanzar las hojas más altas de las copas de los árboles, mientras que para Darwin las jirafas tienen cierta variabilidad y desarrollar cuellos largos brinda ventajas para facilitar las condiciones de supervivencia.

La teoría de la evolución ha ido, valga la redundancia, evolucionando. Así, la genética, la biología, la paleontología son deudoras de ella, omnipresente en la meteorología, la ecología y hasta en la política. Daniel Dennett, filósofo de la ciencia, publicó La peligrosa idea de Darwin. Evolución y los significados de la vida (Galaxia Gutenberg), donde poco antes de culminar el siglo XX recogía los obstáculos, el escepticismo y malestar en el mundo académico hacia las ideas del naturalista.

"A diferencia de lo que ocurrió con la revolución copernicana, que no despertó la atención pública hasta que sus detalles científicos habían sido totalmente articulados, la revolución darwiniana...

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