Charlatanería ilustrada

Que nuestro planeta es esférico se constata desde hace miles de años. Por eso, no salimos de nuestro asombro ante el "Primer encuentro nacional e internacional de terraplanistas", que se realiza mañana y pasado en Colón, al norte de Buenos Aires. Sí, hay personas que sostienen que la Tierra es plana.La anécdota no pasaría de una curiosidad bizarra, pero como advierte la Asociación Argentina de Astronomía, viene acompañada de teorías conspirativas y de la idea de que los resultados científicos son materia de opinión. Lamentablemente, la historia derrocha ejemplos sobre el magnetismo irresistible que ejercen las hipótesis esotéricas. Dos ejemplos del siglo pasado, entre muchos otros, lo ilustran bastante bien.Uno de ellos es el delirio que desató El retorno de los brujos (1960), obra firmada por el periodista y escritor francés con inclinaciones místicas, Louis Pauwels, y el ingeniero, alquimista, aventurero y periodista ucraniano-francés Jacques Bergier, que encuentra connotaciones sobrenaturales en los hechos más diversos. Un magnético caldero tipo Asterix, donde se fusionan desde Lobsang Rampa (El tercer ojo, 1956), el suizo Erich von Däniken (Recuerdos del futuro, 1968), y Carlos Castaneda (Las enseñanzas de Don Juan, 1968). Si los "terraplanistas" suenan trasnochados, una anécdota sobre otro dislate acerca de la forma de la Tierra que ellos recogen en el libro los supera con creces.Según Pauwels y Bergier, en abril de 1942, mientras Alemania estaba empeñada en el esfuerzo de la guerra, una expedición integrada por varios especialistas en radares y organizada con asentimiento de Goering, Himmler y Hitler abandona el Reich con gran sigilo hacia la isla de Rütgen. ¿Con qué objetivo? Al parecer, "el führer" tenía razones para creer que la Tierra no es convexa, sino cóncava (es decir, que no habitaríamos en el exterior del planeta, sino en su interior). El fin de la expedición era demostrarlo "científicamente".Los autores consignan que Martin Gardner relata esta aventura en su obra Fads and Fallacies in the Name of...

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