El líder de la CGT no pudo despreocuparse ni aun en Alemania

Después del respaldo que recibió del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, al definir a la CGT como "la columna vertebral del Gobierno", Hugo Moyano no lo pensó dos veces: olvidó su temor por los aviones y partió la noche del martes rumbo a Alemania.La oportunidad parecía ideal para salir de la escena. A la sorpresiva muerte de Néstor Kirchner sobrevinieron las esperadas muestras de desconfianza hacia el camionero por el peso negativo que ello significaría para el Gobierno, aun cuando tuviera reflejos para reunir rápidamente a la CGT, jurar fidelidad a la Presidenta y apostar por su reelección en 2011 "si ella así lo desea".Para colmo, el gobernador Daniel Scioli reunió el lunes a intendentes y legisladores bonaerenses en un convite al que Moyano no fue invitado y en el cual el sindicalista recibió todas las críticas.Como contrapartida, los elogios de Aníbal Fernández le dieron la oportunidad de escapar de un clima bélico y Moyano decidió confirmar la invitación que recibió hace un mes para participar hasta mañana de la Convención Internacional de la Organización del Transporte de Carga, en Fráncfort.Contento, junto a la delegación del gremio, se llevó a su actual y tercera esposa, Liliana Esther Zulet (gerenciadora de la Obra Social de los Camioneros, Oschoca) y al hijo de ambos, Jerónimo, de 12 años.Sin embargo, le llegó el "viernes negro" y su alegría se trastocó y se convirtió en una fuerte preocupación. Fue ayer cuando se enteró, a la distancia, de que la Cámara Federal confirmó la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR