CFK, un video y la teoría de la victimización

Es una historia triste. Que ha hecho mucho daño. Y que ahora se vuelve contra aquellos que, habiéndose entregado sin freno a pasiones sombrías, han llamado a la tragedia. Ni el cuidado artificioso con que fueron editadas las imágenes ni las estudiadas inflexiones de la voz que lleva el relato le restan dramatismo al video que anteayer lanzó La pieza puede responder a intenciones discutibles, pero, más allá del montaje y del simulacro de victimización, la angustia que trasunta no debería ser tomada en broma. Se diría que es real. Tan real como seguramente lo son las angustias y los problemas de salud de su hija. Al mismo tiempo, es difícil no leer en el mensaje otro intento de la expresidenta de neutralizar el ominoso efecto de los avances en las causas judiciales en las que ella y sus hijos están procesados.Cristina afirma en el video que su hija está siendo sometida a una "persecución feroz", tal como ella: "En Comodoro Py no solo se violan los derechos de los ciudadanos y las ciudadanas que somos opositores al gobierno de sino que también se violan todos los derechos de nuestros hijos y nuestras hijas". Esa sería, para la expresidenta, la causa de que está siendo tratada en Cuba. Uno diría que Cristina grabó el video para defender a su hija. Pero al rato llega la duda: victimizándose, se defiende a sí misma. Sin embargo, la expresidenta no se defiende. Nunca lo hizo. Más bien, contraataca. No refuta las pruebas en su contra, sino que acusa a otros de tramar fantásticos complots en su contra. Es decir, monta escenas en las que ella siempre aparece en el papel de víctima.Nadie puede dudar de su preocupación por su hija. Y esa preocupación merece respeto. Pero hay que decir que para defenderla bien, en lugar de exponerla debió haber actuado antes. Por ejemplo, cuando aparecieron los casi cinco millones de dólares en la caja de seguridad de Florencia. Bastaba con decir la verdad.Sin embargo, la tragedia familiar empieza antes. Posiblemente, cuando el matrimonio, enajenado en su carrera por el poder, involucra a sus propios hijos en la administración y el ocultamiento del dinero que a lo largo de los años y las distintas administraciones le van succionando al Estado. No es un caso único. Lo mismo hizo Lázaro Báez durante su raid como empresario kirchnerista, después de caer él mismo en la trampa. Cuando Néstor Kirchner lo eligió como una pieza...

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