Cervi: El duende de Central sube de peso para ser determinante

Todavía no termina de familiarizarse con los medios. Mientras da entrevistas mira al piso y cruza los brazos, mostrando aún una timidez totalmente opuesta a la hora de jugar. Franco Emanuel Cervi cumplirá en mayo 21 años, pero recién contra Racing jugó su tercer partido como titular en Rosario Central. Teniendo en cuenta sus condiciones desde la técnica individual, pudo tener pista mucho antes, pero el cuerpo escurridizo y pequeño que hoy es motivo de elogio y factor clave para gambetear a rivales, fue el mismo que mientras estaba en novena división casi le hace dejar el fútbol, porque el técnico le dijo que no tenía "proyección física" para ser profesional. Por suerte para Central (y para el fútbol), Franco no bajó los brazos y fue capaz, entre otras cosas, de mostrar sus credenciales de un zurdo encarador en Avellaneda, para ganar 1-0 y bajar al campeón.

Cervi tuvo personalidad para pedir la camiseta N° 10 y no ocultó su enojo cuando Eduardo Coudet lo sacó en el segundo tiempo, pero es joven y terminó entendiendo: "Uno nunca quiere salir, pero el Chacho hizo bien en sacarme. Estaba ahogado, había hecho un gran desgaste. Vino, me explicó y lo entendí", cuenta el mediocampista que jugó como extremo derecho en un 4-1-4-1. El entrenador no sólo lo fue a calmar cuando lo reemplazó en el campo de juego; ya en el vestuario visitante del Cilindro, se acercó y -con un gesto paternal- le dijo algo al oído. Cervi es un chico con carácter fuerte, aunque es inteligente y sabe escuchar a los más grandes, incluso a referentes que ahora volvieron por su amor canalla, como el propio Coudet, César Delgado y Marco Ruben. "A los más chicos nos están encima porque somos los que más cosas tenemos por mejorar. Así que tenemos que escuchar y aprender, ya sea desde lo futbolístico como desde lo humano", cuenta quien anotó el golazo de emboquillada a Saja, el tanto del triunfo del viernes, el primero en su marca personal.

Una de las preocupaciones del cuerpo técnico es el seguimiento en la alimentación de Cervi. El chico escucha y lo marcan de cerca para que se alimente bien, que respete las seis comidas. No es casualidad que ahora esté en 71 kilos, cuando antes de asumir Coudet pesaba 63. "El Chacho está pendiente de todos los detalles. Y uno de ellos es la alimentación. Hasta a mi familia la contagió y ahora están todos pendientes de lo que como, que sea en función del crecimiento y de lo que me hace falta para hacer una buena carrera", explica Cucky, apodo...

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