El cepo al dólar, una traba a saltar como sea para los venezolanos

CARACAS.- A diferencia del dulce de leche, del colectivo y de la birome, http://www.lanacion.com.ar/1513578-pidio-la-presidenta-no-hablar-mas-de-cepo no es un invento argentino. Tiene una larga historia, pero encontró su versión más acabada en Venezuela, en donde el billete verde es más apreciado que el bolívar, y sólo se consigue con la ayuda de algún arbolito amigo y a precio de oro.Y mientras los economistas cuestionan la validez de los controles aplicados progresivamente desde 2003 y confirman que el cepo venezolano genera más daños que beneficios (ver aparte), que traba la producción y eleva los precios, el común de la gente lo vive como otro gran obstáculo para sortear, como sea, en su vida cotidiana, donde la burocracia le gana la carrera a la razón."Antes había libre comercio, hoy todo está restringido, tienes cupos por tarjeta de crédito y en persona cuando vas a viajar. Para sacar dólares hay que hacer un trámite en Internet. Tienes el acceso a los dólares que ellos te indican y nada más, lo que genera que las empresas y las personas tengan que recurrir al dólar paralelo, que es más alto", dijo a LA NACION el abogado Luis García, que interrumpió una conversación en frente de un cajero automático de Caracas para relatar su experiencia."Llegan a ser tantos los requisitos para llenar en Internet y son tan tediosos que después pídele a Dios que tengas suerte y te salga tu solicitud en el sistema", agregó el abogado, como si fuera la lotería o un jugador que espera el ancho de espadas.Hasta hace tres años cada venezolano tenía un cupo asignado de dólares a comprar, todos el mismo monto, según comentó Carlos Cañizares, un ingeniero de la petrolera estatal Pdvsa. Llenando los papeles correspondientes, y si el sistema en línea lo permitía, la persona podía llevarse los dólares. Así se generó una compraventa de dólares entre particulares, un tráfico familiar y al menudeo."La gente con más capacidad adquisitiva comenzó a convencer a los otros de que les cambiaran sus dólares", dijo Cañizares, aclarando que el cambio no era necesariamente en efectivo. "Les decían: «Dame tu boleta y te traigo una computadora». Luego la cosa se cortó. Ahora el gobierno toma una muestra entre los que dijeron viajar y les exige las facturas de afuera", añadió.Cañizares estuvo sacando cuentas para hacer un viaje de dos semanas, y, según sus cálculos, lo que reciba será suficiente. "El sistema está bien, no es excelente, pero está bien. Yo trabajo en este país y no voy a...

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