La censura previa pide pista

Si todos los hechos de la historia universal estuviesen ligados, en la semana que pasó los huesos de los ingleses Milton y Locke, los franceses Mirabeau y Montesquieu y el norteamericano Hamilton habrían crujido en forma.¿De qué otra manera reaccionarían los "padres" de la libertad de expresión ante la cautelar pedida por ? El empresario no toleró que Hugo Alconada Mon http://www.lanacion.com.ar/1649605-allanan-las-oficinas-del-empresario-lazaro-baezevolución económica de empleado bancario raso a gran potentado de la obra pública patagónica, asociado al matrimonio Kirchner. En la práctica, de ser concedido el pedido que radicó en un juzgado de Río Gallegos, http://www.lanacion.com.ar/1648553-lazaro-baez-pidio-prohibir-que-la-nacion-publique-datos-sobre-sus-pagos-a-los-kirchnerestaría de vuelta llamando a nuestra puerta.Para gobiernos libres, el tema fue superado hace siglos y hay que remontarse mucho más atrás para encontrar defensores de ese orden tan cerrado. Platón, en su obra Las leyes , propuso cierta reglamentación para controlar y restringir la libertad de los poetas díscolos. Era otra época. No lo haría ahora.Con la invención de la imprenta, en 1455, la palabra "censura" empezó a adquirir una dimensión más concreta. La circulación de libros e impresos supuso la primera gran revolución del conocimiento de la humanidad. Las cosas se complicaron más todavía cuando, en el siglo XVII, apareció la prensa, que expandió el fenómeno de la lectura rápida e introdujo el concepto de la información, en capas más populares de la población.Reyes y gobernantes captaron de inmediato el peligro: lo que antes hacían sin cuestionamiento alguno sería sometido a la mirada reprobatoria de esa nueva entidad llamada "público". Por eso, pragmáticas reales, bulas papales, inquisiciones y persecuciones varias se dedicaron con ahínco a restringir ese derecho naciente que las democracias consolidadas convirtieron en un hecho natural de los ciudadanos de países libres no sometidos a dictaduras.Arturo Pellet Lastra, en su libro La libertad de expresión , detalla cómo en el siglo XVIII la censura fue herida de muerte primero en Inglaterra, luego en Francia con la declaración de los derechos del hombre y el ciudadano, y por medio de la primera enmienda en la Constitución norteamericana, que sirvió de inspiración al artículo 32 de la nuestra ("El Congreso federal no dictará leyes que restrinjan la libertad de imprenta o establezcan sobre ella la jurisdicción federal").Pensadores...

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