Cazados y sacrificados: cómo fue el trágico descubrimiento del Río de la Plata

El 25 de septiembre de 1513, el capitán Vasco Núñez de Balboa avistó las aguas de una gran extensión de agua que primero se llamó Mar del Sur y luego, ya advertidos de que se trataba de un océano, recibió el nombre de Pacífico. La novedad era de gran interés porque, en aquel tiempo en que el poderío comercial se ejercía con la flota, se planteaba un nuevo gran misterio: si había alguna forma de unir el Atlántico con el nuevo mar.Los reinos de Portugal y España se lanzaron a buscar el supuesto corredor al Pacífico. En el caso de los españoles, la tarea fue encomendada a Juan Díaz de Solís. Tenía instrucciones específicas debido a que varios navegantes que lo antecedieron -Cristóbal de Haro, Nuño Manuel y también Américo Vespucio (por quien América se llama como se llama)-Solís debía remontar el Jordán con el fin de establecer si lograba navegar hasta el mar descubierto por Balboa. La expedición llegó a la desembocadura delMuerte y casamiento¿Quiénes fueron, entonces, los que le provocaron ese final tan infeliz al explorador? Sin duda, fueron los guaraníes. Pero allí cabe preguntarse cómo es posible que veinte años después los hombres de la expedición de Pedro de Mendoza se asentaran en Asunción y convivieran con ese grupo nativo. La respuesta es que se trataba de la misma familia, pero los que atacaron a Solís fueron los tupinambás, los más feroces de Sudamérica, asentados principalmente en el sur de Brasil. De hecho, los guaraníes de Asunción son una rama que se desprendió de este grupo y dejó de ser nómade.Debe tenerse en cuenta que era un pueblo guerrero y solía enfrentarse con grupos vecinos de su misma etnia. El carácter belicoso se moldeaba desde la niñez.En 1788, un periódico español publicó un texto escrito en Buenos Aires que trataba sobre la valoración del casamiento para la población tupinambá. Es probable que hoy, a siglos de distancia, algunos fragmentos del texto nos parezcan absurdos. Pero siempre debemos tener en cuenta que cuando se trata de temas del pasado, para poder comprenderlos en su dimensión, debemos analizarlos con la mirada de aquel tiempo, no del nuestro.Según el texto, "los varones no pueden casarse, sin que antes hayan muerto en campal batalla a algún enemigo de su actual nación. Las hembras únicamente aguardan los primeros signos núbiles de su pubertad. Las mujeres hasta este tiempo y los hombres hasta aquel triunfo, no pueden hacer uso de las bebidas de licores fuertes". Por otra parte, el hombre "que ha...

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