El cazador de recompensas

MELBOURNE.- La búsqueda ya es frenética, incontenible. Éste es el momento y el lugar, con sus 25 años cubiertos de glorias y sufrimientos. Juan Martín del Potro trabaja de cazador de recompensas. "No hay cacería como la de un hombre, y aquellos que han cazado hombres armados por largo tiempo, y les gusta, nunca más se interesan por alguna otra cosa", mencionó alguna vez el escritor Ernest Hemingway. El oficio de Delpo es tan lucrativo como aquél, pero no tan violento: se encarga de cazar hombres armados con una raqueta. Las presas se convierten en una obsesión, y Rafa Nadal, Novak Djokovic, David Ferrer y Andy Murray encarnan hoy a los fugitivos. A ellos quiere atrapar en el ranking, a fuerza de passing shots, aces y subidas a la red.Su huella en el ATP 250 de Sydney dejó otro mensaje certero: cuidado ustedes, los de arriba, porque los puedo alcanzar. El trofeo 18º de su carrera, producto de la aplastante victoria en 53 minutos ante el australiano Bernard Tomic por 6-3 y 6-1, fue un indicio más de la voracidad con que llega Delpo al Australian Open, el primer Grand Slam del año. "Son anécdotas", minimizaba el tandilense tras su logro en el Olympic Park, pero reconoció que recordó lo de 2009, cuando, al igual que este año, arrancó la temporada con un título. Aquella vez festejó en Auckland en enero, y ocho meses más tarde se despatarró en el Arthur Ashe para celebrar el US Open, el zarpazo que lo inscribió en la historia grande. Ahora maquinó un paralelismo con las buenas noticias que puede depararle 2014. Aunque, nobleza obliga, busca enfocarse en el primer rival en la pista azul del Abierto australiano: el norteamericano Ryhne Williams, 22 años y 130º del mundo, que salvó un match point y venció a Thiemo De Bakker en el último partido de la qualy.La Torre de Tandil es el 5º del mundo, y un asalto a los mejores en el Australian Open implicaría avanzar hasta el tercer escalón del ranking, ya que sólo defiende 90 puntos de su tercera rueda de 2013, cuando perdió con el francés Jeremy Chardy. Es un botín por demás valioso, que él observa con una ambición sin límites. "Cuando digo de meterme entre los primeros o luchar contra ellos me refiero a lo que me pasó sobre el final de la temporada pasada: en los torneos importantes estaba yo, en las semis Wimbledon estaba yo? ésa es la manera. Ojalá pueda subir más en el ranking, más allá de que soy consciente de los que figuran delante de mí. Y ojo que detrás está Federer, que tranquilamente podría estar más arriba...