Las causas que llevan a América Latina a quedar atrapada en la desigualdad y el bajo crecimiento

Debora Estanislau, quien antes de que empezara la pandemia de coronavirus trabajaba como empleada doméstica, sostiene a su hija de un año mientras cocina en la casa donde vive con sus cuatro hijos en la favela de Ciudad de Dios, en Río de Janeiro

Los países de América Latina está inmerso en una trampa que mantiene a sus habitantes en condiciones de desigualdad y bajo crecimiento con tres factores de fondo que se entrelazan y perpetúan el problema: la concentración de poder, la violencia y los efectos indeseados del diseño de sus políticas públicas.

Esa es la conclusión central del informe ‘Atrapados: alta desigualdad y bajo crecimiento en América Latina’, que acaba de publicar el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con el que invita a los países de la región a "explorar la complejidad de las interacciones entre algunos de los factores que contribuyen a la perpetuación de esta trampa".

El PNUD señala que la mayor desigualdad puede fomentar las condiciones para elevar los niveles de violencia y que esta, a su turno, puede aumentar la desigualdad a través de su efecto sobre los resultados del desarrollo.

"La percepción de desventaja, la falta de oportunidades y la injusticia incentivan las actividades ilegales, debilitan y desgarran el tejido social y con el tiempo se transforman en violencia o amenaza de violencia como medio de salida. Esta trampa hace que la violencia y la desigualdad se alimenten mutuamente y creen un círculo vicioso que afecta el desarrollo ", sostiene el informe.

"Cuando las personas perciben que el sistema está inclinado a favor de unos pocos (como es el caso de América Latina), a menudo pierden la fe en la capacidad de la ‘voz’ como medio para alcanzar y sostener nuevos acuerdos", agrega.

El informe propone que los países miren de manera conjunta y no aislada los problemas y planteen soluciones para todos los aspectos a largo plazo, porque esos factores se impactan mutuamente y no se puede solucionar uno si los demás se mantienen.

La desigualdad lleva a la violencia por tres canales: la ilegalidad, la frustración y alienación de los desposeídos y la exclusión de ciertos sectores de la población en el poder, el estatus social y los ingresos.

La región se encuentra en una trampa, según Luis Felipe López Calva , Director Regional para América Latina y el Caribe en el PNUD , "porque los problemas que vemos desde los distintos puntos de vista están relacionados de manera muy concreta. Y porque si seguimos...

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