Catalejo: galgos

En nombre de una bien ponderada corrección política, el Congreso convirtió en ilegales las carreras de galgos. En esa necesidad de quedar bien con los más enfáticos defensores de los animales es que los legisladores decidieron trasladar las tareas de los médicos veterinarios a guardianes más decididos del buen hacer: los policías. Con la misma estrecha colaboración de los punteros políticos y la eficacia con la que combaten el narcotráfico y la trata, serán estos servidores los encargados de impedir que los galgos corran. Como los caballos, los galgos llegaron a estas tierras con los colonizadores españoles. Casi 400 años después, para que los cazadores tuviesen presas para sus perros, a fines del siglo XIX fueron soltadas las primeras liebres europeas en el sur de Santa Fe...