La castración química

AutorEduardo Arreola Villarreal
Arreola Villareal, La castración química
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La castración química*
Por Eduardo Arreola Villarreal
1. Introducción
El interrogante ¿aplicar o no la castración química a violadores y pederastas?
es otro más de los temas criminológicos que son retomados constantemente con
suma frivolidad cada vez que algún caso impacta a la sociedad, y también será
abandonado con rapidez a la espera de la siguiente estéril discusión e indignación
social.
La hipótesis de los partidarios de la castración química es muy sencilla: si el
órgano sexual del hombre viola, al atrofiarlo o extraerlo, el hombre deja de violar,
pero en la práctica, existirán un gran número de elementos que afectarán su aplica-
ción y que traerán repercusiones, tanto para el individuo castrado como para la so-
ciedad que lo contiene.
2. La castración física
La castración en el hombre consiste en la extirpación de los testículos de éste,
aunque en algunos casos esta extirpación también se extiende al pene.
Era muy frecuente en países de Europa, Medio Oriente y África, para simboli-
zar el poderío militar o la influencia de la religión en culturas donde los testículos
eran utilizados como una ofrenda a los dioses; a su vez, en algunas culturas donde
era posible tener varias mujeres como parejas sexuales, a los guardianes (hombres)
de éstas se les castraba (eunucos) con el fin de evitar la posibilidad del acto sexual,
y en alguna época fue utilizada para “la destrucción del demonio de la masturba-
ción”.
La castración física, como método de control para agresores sexuales, ha sido
utilizada repetidas veces, más como casos aislados que como una verdadera políti-
ca de control; pero más allá de las implicaciones psicológicas y sociales que para un
hombre significa la extirpación de alguna parte o la totalidad de los órganos sexuales
pélvicos externos, era común que el individuo terminara muriendo gracias a la hemo-
rragia o a causa de infecciones.
Además, la castración física es irreversible y por lo tanto sus efectos también lo
son. Entre los efectos que causa están: la pérdida del pelo corporal, acné severo,
redistribución de la grasa corporal, desarrollo de las características femeninas y pro-
fundos problemas sexuales y comportamentales.
También es importante aclarar que diversos autores criminológicos como Ro-
dríguez Manzanera y Di Tullio, han sido muy claros al referirse a las limitaciones de
* Extraído del artículo publicado en la revista electrónica “Archivos de Criminología, Criminalís-
tica y Seguridad Privada”, vol. I, agosto - diciembre, México, 2008, editada por la Sociedad Mexicana
de Criminología Capítulo Nuevo León A.C. (www.somecrimnl.es.tl). Bibliografía recomendada.

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