Castillo Sniafa: la 'maravilla' del conurbano que fue puro esplendor y hoy está devastada

La mansión Ayerza fue consumida por el fuego

Hace 135 años comenzaba a edificarse una de las construcciones más lujosas de la zona sur bonaerense: la Mansión Ayerza, en Plátanos, Berazategui. La impactante propiedad, popularmente conocida como Quinta Grande, Castillo Ayerza o Castillo Sniafa, experimentó más de 60 años de esplendor, con un séquito de empleados domésticos y jardines diseñados con plantas, árboles exóticos, cisnes, peces, caballos y estatuas.

Pero, tras 20 años de abandono, un incendio terminó de destruir la residencia, y en la actualidad el inmueble es una auténtica ruina.

La mansión durante su época de esplendor

"No existe la posibilidad de poner la mansión en valor, porque es una ruina arquitectónica ", dice a LA NACION Liliana Porfiri, directora de Patrimonio y Políticas de Identidad de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Berazategui, quien trabaja desde hace 25 años en esa área.

La funcionaria señala que, para poder realizar una restauración de la propiedad, la pieza debería guardar un porcentaje de originalidad, algo que debido al incendio no fue posible . "La Mansión Ayerza guarda una historia maravillosa y como tal, uno la sigue recuperando desde otro lugar", completa.

La propiedad en la actualidad

Hace un mes, el Castillo Sniafa se consagró como de una las 8 maravillas del conurbano bonaerense relevadas por la cuenta The Walking Conurban y sus desoladoras imágenes impactaron a todos .

Una residencia de verano

Cuando Alfonso Ayerza se casó con Helena Jacobé Iraola , inmediatamente se propuso organizar su "casa de veraneo" y el lugar elegido fue Berazategui. La zona era familiar para el terrateniente, quien solía cazar allí dado que, desde hacía tiempo, mantenía vínculos con los Pereyra Iraola, quienes ya tenían algunas estancias en la región.

Las hormigas comenzó a construirse en 1886

Entonces, en 1886 Alfonso compró 140 hectáreas próximas a la estación ferroviaria, y así nació la estancia " Las hormigas", que tardó 20 años en adquirir su aspecto final y que lleva su nombre por la proliferación de estos insectos que había en el lugar.

La familia Ayerza, junto al nieto César Bustillo, en Las hormigas

La mansión fue edificada por el arquitecto Joaquín Belgrano y, aunque no está confirmada la cantidad de metros cuadrados, se estima que en su época de esplendor medía 800 metros cuadrados . Se trata de una casa de tres plantas con "comodidades" y detalles ornamentales, como frentes de mármol y escaleras con...

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