Casos con contraste: de Messi a Mascherano

MADRID.- Entró en silencio, cabizbajo, a los juzgados de Gavà, en las afueras de Barcelona. Ningún hincha lo esperaba para alentarlo. Una vez dentro, Javier Mascherano se sentó frente a una jueza y admitió haber evadido impuestos por 1.500.000 de euros durante sus dos primeros años como futbolista del Barça.

Como si el destino se empeñara en unirlo a Lionel Messi, le toca a él también enfrentar como acusado un proceso por fraude fiscal. Aunque su caso, como ocurre en los demás aspectos que comparte con el 10, transcurre con máxima discreción, lejos del escándalo que despertó la investigación sobre su compañero.

Mascherano aceleró los plazos. El 9 de septiembre pagó a la Agencia Tributaria española los 587.822 euros que, en teoría, evadió en 2011 y otros 968.907 euros correspondientes a 2012, más 193.152 euros de intereses, según fuentes judiciales. Al declararse culpable y haber regularizado la deuda, podrá beneficiarse de una reducción de pena. Todo indica que se negocia un acuerdo para firmar una sentencia de conformidad y evitar el juicio oral. Su condena podría quedar en una multa.

El delito del que se lo acusa se relaciona con el ocultamiento de ingresos por derechos de imagen en los años inmediatos a su pase de Liverpool a Barcelona. En un expediente similar está involucrado su ex compañero en el club inglés Xavi Alonso, aunque éste niega haber cometido delito.

Mascherano presentó sus declaraciones del impuesto a las ganancias en 2011 y 2012 sin incluir el dinero de su contrato publicitario con la empresa Nike: lo cobraba a través de una sociedad con domicilio en Miami. Además, simuló la cesión de sus derechos de imagen a una firma fantasma radicada en la isla portuguesa de Madeira, un paraíso fiscal.

La ley española permite que los futbolistas cobren lo que les paga el club en dos conceptos: el 85% como sueldo -por el que debe tributar por encima del 50%- y el resto como derechos de imagen a través de una empresa -que paga el impuesto de sociedades, mucho más conveniente-.

En agosto de 2010, cuando salió de Liverpool, Mascherano compró la firma portuguesa Anadyr Overseas y le "vendió" sus derechos de imagen por 5.000.000 de euros. El jugador no pagó impuestos en España por ese hipotético ingreso porque era aún residente en Gran Bretaña, donde había pasado más de la mitad del año.

La empresa no le pagó ese dinero, que no tenía, sino que "se comprometió" a saldarlo...

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