El caso Lebbos, un crimen que incomoda a Alperovich

SAN MIGUEL DE TUCUMÁN.- Un fiscal desplazado de la causa luego de ser pescado in fraganti saliendo de la casa del gobernador, dos testigos que declararon ante la Justicia que fueron obligados a mentir en el acta policial y la destrucción de pruebas de la escena del crimen. Son sólo algunas de las razones que llevan a Alberto Lebbos a clamar por "verdad y justicia" y a acusar a José Alperovich de estar protegiendo a quienes hace casi siete años asesinaron a su hija.http://www.lanacion.com.ar/788425-hallan-muerta-a-paulina-lebbos-la-chica-desaparecida-en-tucuman y era madre de un niño de cinco años cuando desapareció, en la mañana del 26 de febrero de 2006. Había salido de su casa a bailar la noche anterior y lo último que se supo de ella fue que, a eso de las 6.30 de la mañana y a bordo de un remís, dejó a una amiga en su casa y siguió viaje hacia la de su novio. Su cadáver fue hallado dos semanas después, el 11 de marzo, al costado de una ruta en las inmediaciones de Raco.Para el padre de la víctima, el caso excede lo policial. "Esto es claramente político, porque fue Alperovich el que tomó la decisión de encubrir este crimen, que fue cometido por alguien poderoso", dijo a LA NACION, al denunciar un crimen con implicancias políticas y similitudes con el que en 1990 terminó con la vida de María Soledad Morales, en Catamarca, y con el régimen de los Saadi.El dedo acusador de Lebbos no encuentra respuesta alguna en el poder tucumano. Todos los funcionarios contactados por LA NACION declinaron hacer declaraciones sobre la causa. La última mención que del caso se hizo desde el poder data de abril de 2006, cuando Alperovich anunció por los medios que ya se sabía el nombre del asesino y que su captura era cuestión de horas. Esto nunca ocurrió. Desde entonces, el gobernador se mantiene en silencio.Las sospechas de Lebbos son alimentadas por las declaraciones de Gustavo González, uno de los jefes de la barra brava de Atlético de Tucumán, que estuvo investigado por un testimonio de la causa que decía que Paulina se había subido a un auto de un color parecido a su Peugeot 405 bordó."La sociedad sabe la verdad de lo que pasó esa noche, en la que estuvieron los hijos del poder", declaró González a LA NACION. "Si Dios no estuviera conmigo yo estaría preso en el caso Lebbos", agregó. Las declaraciones del barra coinciden con las del padre de la víctima, quien denunció que el gobierno de Alperovich intentó acusar del crimen a "un perejil" sólo para que se tranqulizara.Las...

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