Cartas de los lectores
Negocios y poder
Vehemencia
A quienes ahora denuncian con tanta vehemencia al presidente Macri no los he escuchado ni visto hacer lo mismo con quienes ocupaban distintos cargos en el gobierno anterior, mientras desvalijaban al pueblo durante doce años. ¿Qué es lo que se pretende, lavar a unos ensuciando a otros? ¿Privilegios inmerecidos? No.
María Agustina Rosso
mailto:lacelista@yahoo.com.ar
Gracias Lilita
Deseo agradecer a la diputada Elisa Carrió su valentía para defender los valores de una verdadera república. Ella ha denunciado desde los primeros días el abuso de poder de la familia Kirchner y sus amigos. Personalmente sufrí junto a mi marido, Enrique Olivera, la calumnia que orquestó el entonces presidente Kirchner junto a sus asesores sobre supuestas cuentas no declaradas en Suiza. Esto fue apenas unos días antes de las elecciones a legisladores en la ciudad de Buenos Aires de 2005. Lo de las cuentas en el banco se comprobó que nunca habían existido, pero el daño ya estaba hecho.
Deseo destacar que Lilita nos acompañó a hacer la denuncia contra el presidente de la República a la comisaría número 15 de la ciudad de Buenos Aires. El comisario nos atendió desconcertado, pero amablemente redactó la denuncia. No fue igual la larga espera en los juzgados que no aceptaban el caso. ¿Miedo? Quizá.
Hoy, los argentinos estamos recuperando la confianza en las instituciones. Gracias Lilita, en mi nombre y en el de Enrique, quien también creía en una justicia independiente.
María Carbó Olivera
mailto:lamariacarbo@gmail.com
Coincidencia
Resulta cuando menos curioso que el domicilio particular de Martín Báez, el hijo mayor de Lázaro Báez, en Río Gallegos, esté ubicado en la calle Comodoro Py, homónima del asiento de los tribunales federales en Buenos Aires, donde ha sido requerido por el juez Casanello para indagatoria.
Alberto Gesualdi
DNI 11.286.086
Periodistas y jueces
Muchos periodistas, en nuestro país y en el extranjero, hacen investigaciones y denuncias que, al ser difundidas, generan reacciones del público, tanto informado como no informado. Eso es un mérito indudable de la libertad de expresión, garantizada por la Constitución, pero que tiene consecuencias no siempre republicanas. Por supuesto, tales investigaciones y denuncias no son actos jurídicos y mucho menos sentencias judiciales, pero producen un efecto muchas veces más trascendente que éstas, y pueden vulnerar otros derechos individuales también constitucionalmente protegidos, tales como la presunción de inocencia y el debido proceso...
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