Cartas de los lectores

El Papa y Milagro Sala

Misericordia

Con respecto al rosario bendecido que Francisco le envió a Milagro Sala, y que tanto revuelo provocó entre la comunidad católica, debo recordarles que Jesús comía y se reunía con los fariseos, absolvió de sus pecados a María Magdalena y fue crucificado por cometer (según los sacerdotes de la época) sacrilegios. Lean la Biblia y verán que el Papa lo sigue a Jesús, dando ejemplo de misericordia.

Teresita Tuozzo

DNI 17.427.953

Delitos justificados

Con estupor leí que altos dignatarios de la Iglesia acompañaron a representantes de la agrupación Tupac Amaru a una reunión con funcionarios del Poder Ejecutivo para solicitar la liberación de una detenida por delitos comunes, cuyos mayores perjudicados serían los más humildes, a quienes dicen defender. Esta detenida, según lo informado, se aprovechó de las necesidades de muchísimas personas que sufren los dramas de la injusta distribución de la riqueza dándoles un pan para comer, mientras ella se quedaba con la panadería. En sintonía con esa gestión debemos recordar la carta que sacerdotes comprometidos con las necesidades de los que sufren hicieron llegar a sus superiores para que el Papa no reciba al Presidente hasta que la imputada Sala no sea dejada en libertad. Esta indignación contra mis pastores coincidió con la "preocupación" del Santo Padre por la situación de Sala y el envío de un rosario, pese a que públicamente ha dicho que no era católica.

Durante años, desde estas mismas páginas, se denunció la injerencia indebida del Poder Ejecutivo sobre el Judicial, de la manipulación de las causas judiciales, los condicionamientos que les imponían a los jueces y que éstos no podían o temían hacer lo que debían. El propio Bergoglio, estando al frente de la grey católica argentina, criticó la falta de división de poderes, la corrupción, la desigualdad ante la ley y la banalidad de la Justicia. Ante ese pasado funesto de la justicia argentina, el actual presidente ha dicho hasta el cansancio que no va a entrometerse en la acción del Poder Judicial. No obstante, sin justificación alguna, nuestros pastores pretenden que sí lo haga y lo incitan a violar la Constitución y la división de poderes. Por si fuera poco, pretenden que le pida a la justicia de una provincia que deje en libertad a una imputada, en desmedro del sistema federal de organización nacional. Por eso mi indignación cuando leo que la Iglesia se encolumna en la defensa de Milagro Sala. Por su pertenencia...