Cartas de los lectores

Carta de la semana

Basta de magia

Cristina Fernández de Kirchner ya no es presidenta. "A las 12 me transformo en calabaza", bromeó en su último discurso. Quizá fuera aquella declaración un reflejo verbal inconsciente de lo que ella interpreta que es el poder, pese a afirmar lo contrario: magia. Pero seguramente no fue magia. A lo sumo, ha sido un montaje de ilusionismo berreta que no logró ocultar la corrupción, las muertes y la impunidad, al menos para una mayoría. Otra parte importante de la audiencia, sin embargo, eligió negar la realidad y continuar con el show.

Macri tampoco es mago. El verdadero cambio que necesitamos no surge de la hechicería, sino de nuestra capacidad como pueblo de exigir justicia sin miramientos. Sin importar el color del partido, empecemos a respetar los derechos de los demás y a reclamar que los demás respeten nuestros derechos. La transformación social es nuestra responsabilidad cívica. Exijamos y denunciemos más allá de la realidad propia, pensando en la miseria de nuestro semejante.

Basta de magia. Es hora de asumirnos adultos y aceptar que no existe.

Marcelo Artal

marceloartal@yahoo.com

No más caudillos

El excelente artículo de Lucía Vincent del viernes pasado, en el que marca las similitudes entre el discurso inaugural de Néstor Kirchner y el de Mauricio Macri, me hicieron recordar un ejemplo de la historia. Se afirma que cuando los generales o emperadores romanos celebraban un "triunfo" frente al pueblo luego de una campaña exitosa, en su carro instalaban un esclavo que le sostenía la corona de olivo, pero, a su vez, le repetía al oído "no te olvides que eres mortal", para que el héroe comprenda que no era un dios. Néstor Kirchner, en 2003, también apeló a la unidad de los argentinos, a superar diferencias ideológicas, a la "transversalidad". Pero luego se rodeó de obsecuentes sumisos, no aceptó críticas y puso las bases del autoritarismo que edificó su sucesora y que tantos males nos ha causado a los argentinos. Mauricio Macri invoca los mismos sentimientos y propósitos, pero repite que "no es infalible" y pide insistentemente que le marquen sus errores. En forma alegórica está pidiendo la constante presencia de aquel "esclavo humilde" de los triunfos romanos. No lo defraudemos. Especialmente quienes integran sus equipos y están más cerca de él. Terminemos con los caudillos.

Enrique V. del Carril

DNI 7.593.338

Otro país es posible

El día 10 hubo actos, concentraciones tan multitudinarias como la convocada el día anterior por la presidenta saliente. Pero hubo...