Cartas de los lectores

Carta de la semana

El cambio esperado

Nada más real que lo enunciado el viernes pasado por Luciana Vázquez, "Los maestros pueden producir el cambio". Todos los candidatos prometen mejorar la educación, pero ninguno menciona cómo. En 2007 teníamos en todo el país 831.244 docentes para 10.531.391 alumnos, o sea, un docente para 12,6 alumnos (la nacion del 23 de abril de 2007, página 6). Seguramente con menos docentes, una mejor remuneración, título universitario obligatorio y dedicación exclusiva, mejoraría nuestro nivel educativo. La cantidad y la calidad edilicia de las escuelas deben ser excelentes, es la primera impresión que se lleva el niño para toda la vida (ya lo decía Sarmiento). Es necesaria una revisión de todas los alcances del estatuto del docente, con la participación de todos los sindicatos, pues seguramente sus miembros son conscientes de que es el único camino. No debería existir otra prioridad para un nuevo gobierno que ordenar de una buena vez este tema tan importante.

Con una buena educación tendremos ciudadanos más respetuosos del prójimo, más sanos y capacitados para colaborar y afrontar el crecimiento ordenado que nuestro país merece.

Arq. Estanislao F. Kocourek

DNI 4059433

La pobreza

Dar la cara

Mientras la Presidenta se divertía en Italia engañando a sus interlocutores de la FAO al afirmar que la pobreza en la Argentina apenas alcanza al 5% y la indigencia es inferior al 1%, y tras recibir una distinción por su lucha contra el "hambre", le sugeriría que visite el norte del país para cerciorarse de cuántas mentiras lanza inescrupulosamente a los cuatro vientos. Y que lo haga en compañía de Kicillof. Que vean cuántos comercios cierran y cuántos desempleados hay, cuántos niños mueren por desnutrición, cómo vive un jubilado con 3350 pesos y cómo funciona el PAMI.

Presidenta, puede visitar Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy. Recorrer Tartagal, Orán. De no ser posible, puede pasear por Buenos Aires a la noche. Verá cuántos comen de los contenedores de basura instalados en cada cuadra. Todas esas provincias están invadidas por ratas y cucarachas. También podría acompañarla Aníbal Fernández, tan valiente con su vulgar léxico destructivo. Muy fácil hablar a la distancia. Un mínimo de decencia sería "dar la cara."

Amelia Sansone

DNI 16.133.266

Preguntas

Se ha hablado mucho últimamente de la pobreza y de su medición. No hace falta medirla con índices ni porcentajes, ni tampoco compararla con Alemania o Dinamarca. Sólo...