Cartas de los Lectores

Juez Fayt

Irresponsabilidad

El delito de falsedad ideológica sólo puede cometerse en un documento de aquellos que los doctores del derecho han denominado fedatarios, que son los que tienen por exclusiva finalidad dar fe sobre un determinado hecho jurídicamente relevante. Una acordada de nuestra Corte Suprema no es nada más que la expresión de lo que opina cada uno de sus integrantes sobre alguna cuestión vinculada con el funcionamiento del Poder Judicial de la Nación, y si se la registra sobre un soporte de papel, ese instrumento no expresa otra cosa que lo que se ha resuelto y no el lugar en que cada uno de sus miembros estampó su firma. Es una infamia, entonces, lo que hemos escuchado recientemente al respecto en algunos medios de comunicación; pero mucho más grave es que esa actitud irresponsable haya sido recogida por una de la más altas autoridades del Ejecutivo.

Celebremos con entusiasmo, entonces, la presencia del doctor Carlos Fayt en nuestra Corte, por que él ha sido y sigue siendo un verdadero baluarte para la salud de la República.

Miguel A. Almeyra

mailto:miguel@almeyra.com.ar

Escrache

Si bien la actitud de denigrar a personas, como en el caso del escrache al juez Carlos Fayt realizado por las Madres de Plaza de Mayo frente a los Tribunales, es una práctica habitual de la señora Hebe de Bonafini, da mucha pena observar cómo ella es secundada por otras Madres, quienes en lugar de perder su tiempo con estos menesteres podrían, por ejemplo, dedicarse a investigar dónde fueron a parar los más de 700 millones de pesos destinados a la construcción de viviendas populares. O sea que mientras las Madres van escrachando alegremente por ahí, los destinatarios de dichas viviendas se quedaron con las ganas de vivir con dignidad.

No se entiende cómo es que no se les cae la cara de vergüenza.

Santiago W. Fuchs

DNI 94.001.163

Fechas patrias

Alguna vez escuché decir que hay que acordarse de dónde venimos, para saber hacia dónde vamos. Ayer fue el Día del Himno Nacional, que da inicio a las fechas patrias que nos recuerdan las gestas heroicas de nuestros próceres, que tuvieron como principal objetivo consolidar la Nación. Qué bueno sería que en estos días no sólo en los colegios nuestros hijos peguen figuritas alusivas, sino que todas las empresas del país nos recuerden de dónde venimos y hacia dónde vamos, como personas, como empresa y como Nación.

Que sólo dos colores, al menos por un momento, cubran nuestro territorio: el celeste y el blanco...