Cartas de los Lectores

Perdón, papá

El primer valor que me enseñó mi padre fue "no mentir". El siguiente fue "respetar las opiniones ajenas". Y fue él quien me armó un cuaderno de imágenes en mi época de escuela primaria, donde en su primer hoja aparecen las "Máximas para mi hija", de San Martín. Fue una persona humilde mi padre, trabajador incansable que en los años 50 era ferviente admirador de Perón y Evita, pero al que jamás se le hubiera ocurrido despreciar, insultar, menospreciar a su gran cantidad de amigos que no pensaban como él. Tan consciente de la diversidad de pensamientos que, por más que le costó digerirlo, aceptó también la disidencia de su hija con respecto a sus ideologías.

Te pido perdón, papá, por este presente político y destructor que no se condice con tu pasado ideológico. Vos fuiste testigo de la despedida de Balbín a Perón el día de su muerte. La despedida que en un solo párrafo decía todo: "No despido a un adversario, despido a un amigo". Yo no estaba en ese momento en el país, pero allá lejos, lloré por vos, papá.

Lidia B. Fontela

DNI 5.086.259

Días de duelo

El prestigioso poeta argentino Juan Gelman falleció el 14 de enero de 2014 y el Gobierno decretó tres días de duelo. El notable músico argentino Gustavo Cerati falleció el 4 de septiembre de 2014 y el Gobierno decretó dos días de duelo. En ambos casos, la Presidenta dispuso que la bandera nacional de la Casa Rosada se mantuviera a media asta. El fiscal federal Alberto Nisman fue hallado muerto el 18 de enero de 2015 y el Gobierno no decretó ni un día de duelo por su muerte, ni la Presidenta resolvió que la bandera nacional de la Casa Rosada flameara a media asta.

"La muerte nos iguala a todos", afirmó el líder espiritual Dalai Lama, pero aparentemente, en la Argentina actual, el poder político nos divide a todos.

Claudia Silvana Queirolo

DNI 16.246.356

Errores propios

La señora Presidenta, haciendo gala de una notable falta de tacto, parodió públicamente la manera de hablar el castellano por parte de los chinos, mofándose de ello. Ve la paja en el ojo ajeno, pero no ve la viga en el propio, cosa que sucede con frecuencia, cuando en sus peroratas comete graves errores de dicción. Por ejemplo, el 13 de diciembre de 2014: "Una Argentina desvastada" (por devastada); "Permítanme una disgresión" (por digresión) y, dirigiéndose a sus paniaguados que le gritaban sus ditirambos: "No los escucho" (en vez del más correcto no los oigo).

Estos errores son mucho más groseros que aquellos de los...

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