Cartas de los Lectores

IroníaEl hecho de construir el edificio más alto de América latina no significa, por sí solo, que el país que la concrete sea el más desarrollado de la región. Ni siquiera que sea una nación desarrollada. Máxime teniendo en cuenta que su impulsor, la Argentina, sin pausa va perdiendo terreno entre los países más desarrollados de esta parte del planeta. De haber sido líder regional, hoy continúa en un declive que parece, al menos en lo inmediato, no tener fin. Pero el proyecto se vuelve todavía más faraónico como innecesario por el hecho de que, a diario y de a cientos, se levantan "casas" en villas y asentamientos que, para ser más certeros en el lenguaje, deben denominarse chozas. La construcción de viviendas, entonces, es una de las prioridades entre tantas que tiene nuestro país, antes que embarcarnos en proyectos más propios de jeques árabes que navegan en mares de petrodólares.De concretarse ese proyecto, nos colocaría en la triste ironía de tener, a escasos kilómetros del rascacielos más elevado de la región, miles de improvisadas viviendas de chapas y cartón.Alberto Pintos MorelDNI 14.416.879MagiaNada mejor que la relectura de los grandes autores para entender mejor la actualidad. En Cien años de soledad llega a Macondo la noticia según la cual el gobierno conservador decía que con el apoyo de los liberales estaba reformando el calendario para que cada presidente estuviera cien años en el poder. El realismo mágico de García Márquez nos da una buena idea de cómo colmar las infinitas ambiciones de los políticos de varios países del mundo: modificar el almanaque.Gracias por la magia, querido Gabo.Guillermo Bellottimailto:bellotti_guillermo@yahoo.com.arAcostumbramientoLo mostrado el domingo pasado en un programa periodístico sobre los carenciados asentamientos wichis en la provincia de Formosa debería obligarnos a exigir una reflexión de autoridades y políticos en general. Nos estamos acostumbrando como sociedad a presenciar la pobreza y la corrupción como algo habitual, las injusticias y la malversación de fondos como si nos fuesen ajenas, y, lo que es peor, a ser cómplices pasivos del abuso con el que ciertos gobernantes sacan provecho de las miserias a que someten sus propias poblaciones y también a sus manipulados adherentes. Dividir a la sociedad para perpetuarse en el poder es indignante.Marcelo M. SarrabayruseDNI 8.406.917Jardines comunitariosEn mi carácter de vicepresidente de la Comisión de Educación del Senado de la provincia de Buenos Aires...