Cartas de los lectores

la inseguridadSOLUCIONES, POR FAVOREl sentido común es el menos común de los sentidos. Me considero un adicto a los programas políticos, lamentablemente saco la conclusión de que no hemos aprendido nada. La pregunta es: ¿por qué no se dejan de embromar y, en vez de discutir y echarle la culpa a otro, no se sientan a una mesa a buscar las soluciones para: 1) la inseguridad; 2) la inflación; 3) lograr el crecimiento con desarrollo?Héctor F. PeredaDNI 4.246.791INFLACIÓN DE NORMASEl jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, habló de una "inflación de normas penales en la Argentina" al destacar la sanción en la última década de ocho leyes vinculadas con la seguridad, con "resultados no necesariamente positivos". Como ando flojito de la memoria, le solicito al jefe de Gabinete que me informe quién gobernó y quién tuvo mayoría plena en el Congreso que aprobó esas leyes en los últimos diez años. Intuyo que él también debe tener el mismo problema de falta de memoria. ¿O como estaba en Chaco ocupado en su gestión como gobernador no se habrá enterado?Jorge Alberto GestosoDNI 4.294.337SOCIOLOGÍAZaffaroni, ministro de la Corte Suprema, conocido por su posición no garantista sino abolicionista del derecho penal, derivada a su vez de su idea sociológica respecto de que el delincuente es producto de la sociedad culpable de su destino -por lo que la libertad queda de hecho disminuida a nada-, dijo que los autores de los linchamientos han cometido un homicidio calificado. Es curioso: primero, que nunca se haya referido a los infinitos homicidios de ciudadanos pacíficos, para censurarlos, y sólo lo haya hecho para justificar a sus autores; segundo, que no invoque ese sociologismo para calificar a los "linchadores" y justificarlos sobre la base de esa misma idea. ¿Acaso no es, doctor Zaffaroni, la sociedad la responsable de que surjan estos asesinos?Ignacio MaraggiDNI 10.929.975AGENTES EN LAS CALLESTodos los fines de semana se destina una gran cantidad de policías para custodiar y para prevenir enfrentamientos en las canchas de fútbol. ¿No se podría contar con esas mismas fuerzas policiales en las calles de la ciudad y el conurbano para la prevención de delitos? Se emplean entre 800 y 1200 agentes aproximadamente para custodiar un partido clásico y entre 200 y 400 para cotejos de menor envergadura. ¿Por qué no se podría distribuir esa presencia policial en días laborables en los cruces de las avenidas más importantes, calles donde los delitos son frecuentes u otros sitios de alto...